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La salida forzada de Ábalos provoca en el PSOE uno de los mayores traumas internos desde la llegada de Sánchez

Los socialistas tratan de digerir el tema y pasar página después de una semana muy complicada por el 'caso Koldo'. Hay preocupación por la imagen que se puede proyectar pero afirman que el PP no va darles lecciones sobre corrupción. 

El exministro José Luis Ábalos, durante la rueda de prensa que ofreció el pasado martes en el Congreso
El exministro José Luis Ábalos, durante la rueda de prensa que ofreció el pasado martes en el Congreso. Fernando Villar / EFE

El PSOE no termina de pasar página después de una semana complicada. Quizás una de las más difíciles en los últimos tiempos. Y eso en el Gobierno de Pedro Sánchez es decir ya mucho. El estallido del caso Koldo y la salida forzada del exministro de Transportes José Luis Ábalos ha dejado al partido en shock, como reconocen las múltiples fuentes consultadas por Público durante los últimos días. 

Públicamente las voces socialistas que han hablado ante los medios tampoco han ocultado las sensaciones. "Situación dolorosa", destacó el portavoz parlamentario Patxi López el martes, poco antes de que Ábalos anunciara que seguiría en su escaño del Congreso pero en el Grupo Mixto.

El PSOE busca ya cómo cambiar el foco mediático en los próximos días. La ley de amnistía puede ser una de las claves, pero las negociaciones todavía no han fructificado con Junts, aunque avanzan. La imputación de Carles Puigdemont en Tsunami Democratic por terrorismo complica un poco más el asunto. 

Las sensaciones generalizadas en el partido, especialmente más allá de Moncloa y Ferraz, son de preocupación. No hay apenas voces, ni en privado ni en público, que cuestionen la decisión tomada por la dirección del PSOE de exigirle el acta a Ábalos. "Tolerancia cero" con la corrupción sea quien sea, repiten muchos dirigentes.

Solo ha trascendido mediáticamente la posición crítica de una diputada del PSPV, Mercedes Caballero. "Me parece que hemos sucumbido a la trampa del PP", destacó esta semana. Sí que hay algunas voces que no entienden cómo en Ferraz no han podido lograr una salida menos abrupta del que fuera número tres del PSOE durante una etapa muy importante para el partido.

Pero la mayoría considera que el atrincheramiento de Ábalos se debe a la necesidad que tiene de estar aforado como diputado. Y más tras la sucesión de nuevas informaciones sobre su influencia. 

La estrategia del PSOE ha sido actuar con "contundencia" y rapidez en contraposición con lo que suele hacer el PP en estos casos de corrupción. Además, los socialistas han puesto el foco en que los populares, concretamente Miguel Tellado y "un tal Alberto", aparecen también mencionados en el sumario de la trama que encabeza el exasesor de Ábalos, Koldo García Izaguirre

La sucesión de informaciones una vez se ha levantado el secreto de sumario de la investigación no ayudan a calmar las aguas. "Hay muchísimo ruido. Es imposible saber qué ha pasado. Lees la prensa y hasta una reunión hace mil años parece corrupción. Es una barbaridad", resume un cuadro del PSOE.

"Hay mucha hiperventilación mediática y la derecha lo está aprovechando", argumenta otro dirigente. "Claro que hay shock, ¿cómo no va haberlo? Ábalos era nuestro secretario de Organización hasta hace nada", señalan otras fuentes. 

Que el señalado por la dirección y por la trama, aún sin estar imputado, sea una persona como Ábalos, hace más difícil todavía el trago. "Con el diputado Juan Bernardo Fuentes, se hizo rápido y no se resistió. Además, no era conocido en el partido. Esto es distinto", apunta un diputado socialista. "Sánchez y Ábalos se habían distanciado desde que lo cesó, pero esto seguro que le está haciendo daño a nivel personal", apunta un dirigente de la ejecutiva socialista.

Ábalos fue uno de los principales implicados en las primarias que Sánchez ganó en 2017 a Susana Díaz. También defendió por el PSOE la moción de censura que sacó a Mariano Rajoy de Moncloa al año siguiente. "Era uno de los primeros sanchistas", reconocen dirigentes socialistas. 

Hay un mensaje que sí repiten varias voces socialistas. "El PSOE y sus siglas están por encima de cualquier persona. Las personas pasan, pero el partido tiene 144 años de historia", señala un cargo autonómico socialista tratando de minimizar la pérdida de Ábalos. Los más críticos con el exsecretario de Organización apuntan a que este ha pensado solo en sí mismo y se ha "creído más que nadie" en el PSOE. 

Sensación de "atasco"

Varias voces socialistas apuntan también a la "sensación de atasco" que se ve en la acción de Gobierno. "Estos días prácticamente no se ha hablado de otra cosa pese a que por ejemplo el martes se aprobaron medidas relacionadas con becas educativas o la Ley de Familias", se queja un diputado socialista. El Consejo de Ministros, el martes, coincidió con la comparecencia de Ábalos, que opacó todo lo demás. 

"Parece que nada termina de arrancar entre unas cosas y otras. Vamos al ralentí y la legislatura es ya de por sí muy difícil como para que surja esto", señala un alto cargo a nivel territorial. Esta misma fuente reconoce "preocupación" en alcaldes y cargos medios autonómicos y locales. "La corrupción para nosotros es un tema muy sensible y doloroso", añade.

Hay quien incluso cree que la situación, tras conocerse las influencias de Koldo, puede escalar más. "Hay que ver qué pasa pero más informaciones de estas nos pueden matar", señala una de las fuentes consultadas. "Hace falta tiempo y que se vaya aclarando todo", señala otra dirigente. 

"Esto está siendo demoledor. Es como un tropiezo tras otro. Hay mucha gente a todos los niveles que ya opina cosas que antes no. Se empiezan a quejar y poner en duda a gente y decisiones que antes nunca lo hubieran hecho", señala otra de las voces consultadas en una de las federaciones socialistas más importantes. 

Las voces más optimistas en Ferraz consideran que el caso no va a dar más de sí. Y que además, como ha dicho el propio Ábalos, el exdiputado del PSOE no va a poner en problemas al Gobierno con su actitud y votaciones. De momento, el diputado del Grupo Mixto todavía no ha ido a su nuevo escaño y ha anunciado que no concederá más entrevistas. Quizás, o no, así se pueda cambiar algo el foco. Es lo que pretende el PSOE. 

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