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Elecciones autonómicas y municipales 2023

Extranjeros de segunda clase en las municipales: prohibido votar

En España hay más de 4,5 millones de extranjeros regularizados, pero solo pueden votar 466.181 de ellos.

Bingbingwu y su hija Cici, en un mitin del PP
Bingbingwu, en un mitin del PP. CEDIDA

Los residentes colombianos y peruanos en España podrán votar en las elecciones municipales de este domingo, pero no los marroquíes ni los chinos. ¿El motivo? Ninguno concreto más allá del hecho de que, sencillamente, con unos países hay tratados internacionales y con otros, no.

A pesar de que las personas migrantes ocupan cada vez más espacio en los debates y de que en los mítines cada vez políticos los invitan a que asistan con banderas de sus países, la realidad es que millones de ellos, aunque tienen sus papeles en regla, no tienen derecho a participar en la llamada fiesta de la democracia.

Iman Elhannaoui, de 27 años, nació en Marruecos, pero es madrileña de pura cepa, como dice ella: "Te sientes una ciudadana de segunda. El día de las elecciones lo vivo con tristeza y esperando a que otros decidan por mí. Hemos visto cómo lo han sufrido nuestros padres y ahora lo padecemos nosotros", asegura.

En España hay más de 4,5 millones de extranjeros regularizados y mayores de edad, pero solo 466.181 tienen derecho a votar a sus ayuntamientos. Esto representa menos del 10% de la población migrante total, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En las elecciones municipales pueden votar todos aquellos que formen parte de la Unión Europea y los residentes por más de cinco años de 12 países con los que España tiene un acuerdo de reciprocidad. Y esto, a nivel municipal; a nivel autonómico ni siquiera se contemplan estos acuerdos.

El acuerdo firmado en 2011 con 12 países, casi todos latinoamericanos, permite a los residentes de estos países votar en las elecciones municipales, mientras que poblaciones tan mayoritarias en España como la marroquí, la china, la mexicana o la ucraniana no lo pueden hacer.

Esto quiere decir que los que tienen el privilegio de votar se han vuelto el centro del debate de la migración y los residentes de los países que no cuentan con ese privilegio se ven como extranjeros de segunda clase porque, a ojos de los políticos, no existen: no hay promesa electoral alguna para ellos.

Este también es el caso de Bingbingwu, procedente de China. Lleva viviendo más de 25 años en Madrid, pero no podrá elegir al futuro alcalde de la ciudad en los comicios del 28 de mayo. Su familia tiene un restaurante y una zapatería. Sin embargo, nunca ha podido votar y le gustaría poder hacerlo. Sobre todo, para votar por Almeida, aunque confiesa que solo lo haría porque le gusta mucho Ayuso.

"Para mi hija Cici, de 11 años, estoy intentando cambiar su pasaporte para que tenga nacionalidad española porque ahora solo tiene el pasaporte chino, aunque nació en Madrid. Quiero que cuando cumpla 18 años pueda votar en la ciudad donde nació", asegura.

Los extranjeros en España suponen un 15% de la población, pero solo un 1% del censo electoral. "Somos el centro de muchas campañas políticas, pero no tenemos derecho a ir a las urnas", afirma Bingbingwu.

Bingbingwu habla en especial de la campaña que ha hecho el Partido Popular con el lema Hispanos con PP o, como les gusta llamar a los migrantes que pueden votar en Madrid, nuevos madrileños. "Les estamos apoyando, aunque no podamos votar", asegura mientras enseña fotos en mítines del PP.

Centrar su campaña en los nuevos madrileños tiene un objetivo muy claro para el partido: los extranjeros representan casi el 21% de la población de la Comunidad de Madrid y ahora su voto podría cambiar el resultado de las elecciones.

"Somos moneda de cambio durante la campaña, pero después se olvidan de nosotros", asegura la portavoz de la campaña Regularización Ya, Edith Espinola, de 44 años.

Según los últimos datos de empadronamiento municipal, casi el 75% de los residentes en Madrid ha nacido en España (2,4 millones), frente a una cuarta parte que lo ha hecho en el extranjero (casi 900.000 personas).

A lo largo de 2022 se produjeron cerca de 132.000 altas procedentes del extranjero, un incremento de más de 58.000 personas respecto a las registradas en 2021, la cifra más alta de la serie histórica. El 45% de las altas proceden de Colombia, Perú y Venezuela. Entre los países europeos, destacan las provenientes de Ucrania.

La líder del partido Popular en Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lo tenía claro desde que fue elegida presidenta. Es por esto que creó dos nuevas secretarías: una llamada de Nuevos Madrileños, enfocada en el perfil de voto migrante, y la de Madrileños en el Exterior, que intenta acercar las políticas de Ayuso a los madrileños que han decidido migrar y votan desde los consulados españoles.

Fichas claves del movimiento de los hispanos del PP como Carmen Cervantes, que es secretaria ejecutiva de Migraciones del PP, va ahora en la lista de José Luis Martínez- Almeida.

Aunque la estrategia del partido popular para captar el voto de los extranjeros es jugar con el miedo que producen, según ellos, los gobiernos de izquierda que ahora gobiernan en Latinoamérica, la realidad es que Madrid no es Miami ni todos los hispanos temen a la izquierda.

Por eso, partidos como Más Madrid que también han decidido incluir en sus listas a una mujer salvadoreña como Carolina Elías, apelan a la población migrante madrileña con una mujer que durante años ha representado a las personas que trabajan en el servicio doméstico.

"Deberíamos tener una cuota del 20% de personas migrantes en las listas, porque formamos parte de este país y deberíamos ser incluidos", explica Elías.

"No podemos seguir siendo invisibilizados. Los extranjeros que no pueden votar ni siquiera son considerados de segunda: ¡son de quinta categoría! Hay muchos compañeros salvadoreños que quieren votar por mí, pero no pueden", añade.

Desde la campaña de Regularización Ya explican que la falta de candidatos extranjeros desincentiva la participación política de los migrantes: "Todas las personas migrantes buscamos referentes. Es el momento de ir ocupando espacios de representatividad", asegura Espinola.

En su caso, será la primera vez que tenga derecho a votar en las elecciones municipales de Segovia por el acuerdo de reciprocidad, ya que llegó a España desde Paraguay en el 2009. "Me hace mucha ilusión, pero me duele la violencia que sufren muchas personas por las que trabajamos que no tienen ese derecho. Queremos poder elegir a las personas que van a determinar nuestra vida en la ciudad", apunta.

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