El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, podría renovar su cargo este domingo en la segunda ronda de elecciones presidenciales, según apuntan los sondeos.

A pocas horas de los comicios, las encuestas le dan una ventaja de entre tres y cuatro puntos por encima de su contrincante, Kemal Kiliçdaroglu, aunque una empresa demoscópica llamada Area predice una escueta victoria de éste último, con un 50,6% de los votos, respecto a Erdogan, con el 49,4%.

Es la primera vez en la historia de Turquía que dos candidatos se enfrentan en una segunda vuelta, después de que ninguno de los tres aspirantes llegara al 50% necesario para asegurarse el puesto de mandatario.

Erdogan parte con la ventaja de haberse acercado a la victoria el pasado 14 de mayo, con el 49,5% de los votos, seguido de Kiliçdaroglu, que consiguió el 44,9%.

El actual presidente turco ganó la mayoría en el Parlamento con una coalición de partidos nacionalistas e islamistas y participa en la campaña electoral con una clara superioridad de recursos, para promocionarse en la calle y en los medios de comunicación, en su mayoría en manos de empresas cercanas al Gobierno.

Durante la noche electoral del 14 de mayo, Kiliçdaroglu rechazó el recuento que publicaron las agencias de noticias y aseguró que los datos internos de su partido apuntaban a una clara victoria de la oposición en la primera ronda. Poco después, la Comisión Electoral Suprema (YSK) anunció los resultados oficiales, con Erdogan en primera fila.

La oposición denuncia fallos en el registro de votos

Partidos opositores han denunciado fallos en el registro de los votos del YSK, aunque actualmente aún no se ha hecho público el acceso a los registros de los colegios electorales subidos a la web de la Comisión.

"La oposición no supo reaccionar a los resultados y dejó una imagen de derrota ante su electorado. No estuvieron preparados para encarar una segunda ronda, para ver el vaso medio lleno", explica Ali Çarkoglu, académico de ciencias políticas en la universidad estambulí de Koç.

"Erdogan no pudo ganar en la primera ronda, pero salió en público a celebrar su victoria y marcó la noche, y probablemente la segunda ronda", asegura.

La diferencia de votos entre ambos candidatos fue de dos millones y medio en la primera ronda. En esta nueva campaña, Erdogan y Kiliçdaroglu se han zambullido en una carrera para atraer los votos del tercer candidato, el ultraderechista Sinan Ogan, que consiguió cerca de tres millones de papeletas a su favor.

Los candidatos apelan al voto de la ultraderecha

Ogan no contaba con una base de votantes fiel, más bien recogió el voto de descontento con el resto de candidatos, junto al apoyo de ciudadanos nacionalistas que rechazan la presencia kurda en la escena política y la acogida de refugiados, según apuntan los expertos.

Ogan, exmiembro del partido ultranacionalista MHP -aliado de Erdogan en el Parlamento-, se presentó a las elecciones respaldado por una alianza de partidos nacionalistas y xenófobos, que se disolvió días después de su derrota.

Tras varias reuniones con los candidatos, Ogan anunció su apoyo a Erdogan en la segunda vuelta, a pesar de que su base votante no mostró una gran cercanía con el actual presidente.

De la alianza disuelta, el partido de la Victoria (Zafer), una formación xenófoba que cosechó el 2,2% de los votos en las parlamentarias, pactó su respaldo a Kemal Kiliçdaroglu. Ambos anunciaron un programa conjunto, en el que prometían, entre otras cosas, el retorno de los refugiados sirios que acoge Turquía.

La oposición ha encontrado en la promesa del regreso de los sirios una rendija para atacar las políticas del Gobierno. Percibida como una medida de Erdogan, aprovechan el descontento social con la presencia de los refugiados y los efectos de la crisis económica para atraer el voto más nacionalista.

Nuevas promesas de campaña

Kiliçdaroglu ha endurecido su discurso en los últimos días, prometiendo el retorno de diez millones de sirios en un período de un año, una cifra exagerada en la que mezcla refugiados, solicitantes de asilo y migrantes.

Por su parte, Erdogan ha planteado incentivar el retorno de un millón de refugiados a zonas del norte de Siria bajo el control de tropas turcas.

El ministro de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, ha criticado la campaña de Kiliçdaroglu, asegurando que es imposible que todos los migrantes y refugiados se marchen del país, porque muchos incentivan la economía turca con el trabajo temporal, especialmente en el sector agricultor.

El pacto de Kiliçdaroglu con el partido xenófobo también incluye que si ganan, respetarán el estado de los ayuntamientos intervenidos en los últimos años por el Gobierno. Esta medida hace referencia a las 59 de las 65 alcaldías del partido de izquierda prokurda HDP, que fueron intervenidas por supuestos vínculos terroristas, en alusión a la guerrilla kurda PKK. Sus alcaldes fueron sustituidos -la mayoría encarcelados- por fideicomisarios cercanos al partido de Erdogan, el islamista AKP.

El anuncio de la coalición opositora pretende atraer al voto nacionalista pero por el camino podría perder el apoyo de los votantes kurdos de izquierda, un apoyo crucial para Kiliçdaroglu en la primera vuelta de las presidenciales.

Tras una reunión de la formación, la izquierda prokurda declaró que mantiene su apoyo a Kiliçdaroglu porque ven estas elecciones como un "referéndum" para terminar el "régimen de un solo hombre".

"Es una elección entre el régimen de especulación, explotación, saqueo, guerras y mentiras por un lado, y el creciente anhelo y deseo de transformación democrática de los pueblos por el otro", señaló Mithat Sancar, colíder del HDP.

El partido prokurdo no forma parte de la coalición de Kiliçdaroglu, pero le ha brindado el apoyo externo en ambos comicios. Erdogan ha usado este acercamiento para atacar constantemente a la oposición durante la campaña electoral, por aliarse con "terroristas".

Erdogan domina gran parte del panorama mediático

Con el dominio de los medios de comunicación -Erdogan ha aparecido 48 horas en la televisión pública durante la campaña, respecto a los 32 minutos de Kiliçdaroglu- el presidente turco ha conseguido convencer a parte de la población de que la oposición se ha aliado con terroristas o de que él no es responsable de la crisis inflacionaria que azota el país.

"Erdogan aparece en todos los medios atacando a la oposición, pero en estos canales no podrás ver la respuesta de la oposición. No tienen espacio para defenderse", explica Ceren Sözeri, investigadora del panorama de medios en Turquía. "Erdogan controla los medios desde las protestas antigubernamentales de 2013 y las utiliza como herramienta para su propia propaganda", añade.

Ante este panorama desigual, la coalición opositora ha intentado encontrar otros medios para lanzar su mensaje. En la campaña de la segunda ronda, Kiliçdaroglu ha concedido una entrevista de siete horas con un famoso youtuber, en un formato en el que ciudadanos le hacían preguntas de temas varios.

Más de veinte millones de personas han visto la entrevista y se han instalado pantallas gigantes en varias ciudades del país, donde decenas de ciudadanos observan de pie las respuestas del candidato opositor. Está por ver el impacto en las urnas de estos vídeos contra los medios de comunicación tradicionales.