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Netanyahu afirma que avanzará unilateralmente en la reforma judicial tras un nuevo sábado de protestas

En más de cien ciudades israelíes se organizaron manifestaciones en contra de la modificación, después de que el miércoles la oposición anunciase que abandonaba las negociaciones.

Protestas Tel Aviv
Manifestación contra la reforma judicial del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Tel Aviv, Israel, el 17 de junio de 2023. Oren Alon / REUTERS

Israel volvió a ser este sábado escenario de multitudinarias protestas contra la reforma judicial que impulsa el Gobierno de Benjamín Netanyahu, luego de que la oposición abandonó esta semana el diálogo que buscaba un consenso en torno a esta iniciativa.

Por su parte, Netanyahu anunció que su Gobierno, el más derechista de la historia de Israel, avanzará en los próximos días unilateralmente con la polémica reforma.

Netanyahu asegura que avanzará unilateralmente con la reforma

"La mayor parte de la sociedad israelí entiende que es necesario que haya cambios en el sistema judicial. Es por eso que nos reuniremos esta semana y daremos pasos activos, de una manera mesurada, acorde con el mandato que se nos dio", afirmó este domingo Netanyahu en su reunión de gabinete semanal con todos sus ministros.

Según los organizadores, "alrededor de 120.000 personas se presentaron por vigésimo cuarta semana consecutiva en Tel Aviv para decir que Israel no será una dictadura". La empresa de estimación de multitudes Crowd Solutions, citada por el Canal 13, calculó unas 100.000 personas reunidas en Tel Aviv.

Ondeando banderas israelíes y pancartas que rezaban "detengan la dictadura", las manifestaciones se replicaron, en menor proporción, en más de cien ciudades israelíes como Haifa, Carmiel, Nahariya, e incluso Or Akiva, el bastión del partido derechista de Netanyahu, Likud.

Aunque mucho menos concurridas, también se registraron manifestaciones a favor de la reforma, que busca otorgar más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia.

Uno de los aspectos centrales del proyecto de ley es la modificación del comité que selecciona a los jueces, para otorgar una mayoría automática al Gobierno. Así, los detractores de la iniciativa argumentan que erosionaría la democracia y la independencia de la Justicia.

Protestas en Tel Aviv
Manifestación contra la reforma judicial del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su gobierno de coalición nacionalista, en Tel Aviv, Israel, el 17 de junio de 2023. Nir Elias / REUTERS

Netanyahu y su coalición de derechas impulsan desde enero la polémica reforma, pero ante las multitudinarias manifestaciones de protesta y la polarización del país que causó, se paralizó su trámite en el Parlamento en marzo para ser consensuada entre Gobierno y oposición bajo la mediación del presidente Isaac Herzog.

Sin embargo, el diálogo no dio frutos y el miércoles pasado la oposición israelí anunció su retiro de las negociaciones, después de que el Parlamento nombrara solo a uno de los dos legisladores que deben formar parte del comité de selección de jueces.

De acuerdo con las reglas parlamentarias, la votación para el segundo puesto tendría que llevarse a cabo en 30 días. En tanto, la próxima semana se espera otra decisión crucial: se elegirá al nuevo líder del Colegio de Abogados de Israel.

La elección de jueces

Después de dos meses de conversaciones, no se ha conseguido ningún consenso y los dos principales líderes de la oposición, Yair Lapid y Benny Gantz, anunciaron que se retiraban de las conversaciones ante lo que interpretaron como falta de voluntad del gobierno de lograr acuerdos.

La oposición deploró ese día el fallido intento de Netanyahu de posponer una votación clave en la Knéset para elegir a los miembros del comité de selección de jueces. Con ello, pretendía evitar dar un puesto a la oposición que, finalmente, logró colocar a su candidata en ese panel, Karine Elharrar.

Las artimañas de Netanyahu

Aunque la oposición logró que saliera elegida su candidata al comité de selección de jueces, Netanyahu también consiguió posponer la elección del diputado del bloque gubernamental, lo que suspende por el momento los nombramientos de jueces, con el objetivo de ganar tiempo e intentar avanzar en su reforma judicial.

De hecho, el ministro de Justicia, Yariv Levin, anunció esta semana que no convocará al comité hasta que pueda aprobar el proyecto de ley para cambiar su composición, a pesar de la acumulación de unos 80 jueces que deben designarse en un poder judicial sobrecargado.

Ese proyecto de ley ya está en la fase final de su tramitación y puede aprobarse en una votación definitiva en cualquier momento en la Knéset.

"Estoy más decidido que nunca a hacer todo lo posible para aprobar la reforma que es necesaria para reparar el sistema de justicia", indicó el viernes Levin, arquitecto de la reforma y uno de los miembros del Gobierno que más están presionando a Netanyahu para que siga adelante con la misma a pesar de las protestas y la falta de acuerdo con la oposición.

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