Varios hombres irlandeses armados con palos, bates de béisbol y perros atacaron este sábado un campamento de migrantes situado en la orilla del río Tolka en River Road perteneciente al suburbio de Ashtown (Dublín, Irlanda). 

Sobre las 12.45 del mediodía se presentaron un grupo de hombres –todos blancos– en la zona forestal formada por unas 15 tiendas de campaña, donde comenzaron a gritar: "¡Salgan! ¡Salgan! Cojan sus cosas y márchense. ¡Ahora!".

Cuatro de los agresores iban acompañados por perros, uno era un pastor alemán y otro un american pit-bull terrier, que usaron a conciencia para amedrentarlos. Además, uno de los atacantes portaba un pasamontañas para ocultar su rostro y otro está acusado de agredir con su bate de béisbol a un joven polaco que llevaba acampando en el lugar desde el año pasado.

El medio The Irish Times, que se encontraba cerca de la zona, se presentó in situ interrumpiendo a los agresores. Estos alegaron que su ofensa hacia los migrantes se basaba en que los residentes del campamento habían estado involucrados en un asalto local. Los agresores desaparecieron antes de que la Policía irlandesa se personase en el lugar de los hechos.

Acampados desde agosto

Los residentes del campamento lo conformaban ocho hombres de Polonia, Croacia, Hungría, Escocia, India y Portugal, que llevaban desde agosto del año pasado viviendo sin electricidad, baños, agua corriente ni utensilios para cocinar. Construyeron su refugio con láminas de lona y madera que se encontraban en las inmediaciones. Cada uno tenía una tienda de campaña para dormir y usaban otras para guardar guardaba sus pertenencias.

Un chaval polaco de unos 20 años narró a The Irish Times que había sido golpeado varias veces con un bate de béisbol: "Tengo huesos fuertes, pero los tendones están doloridos". A las muestras de violencia hay que sumarle el rostro de miedo y angustia. 

Su compañero portugués, de 30 años, alegó que dejarán el campamento y la mayoría de sus pertenencias para marcharse al centro de la ciudad porque "esto es serio" y "va a empeorar" la situación "si nos quedamos". Este hombre llegó a Irlanda hace dos años, perdió su trabajo y conoció "a estos muchachos" junto a los que decidió quedar en "este lugar porque pensamos que sería más pacífico". Ahora se tienen que marchar.

No es un ataque aislado

La organización socialista Socialist Party, que defiende la ruptura con el sistema capitalista porque oprime y fomenta la desigualdad, que se hizo eco de la noticia, ha denunciado los hechos y ha puesto contexto a través de sus redes sociales.

Los socialistas clarifican que no se trata de un hecho aislado, ya que "la extrema derecha está avivando el odio contra los migrantes y refugiados". La organización piensa que "están utilizando cínicamente el tema de la violencia contra las mujeres para fomentar el racismo contra los solicitantes de asilo".

Por su parte, la activista antirracista y contra la violencia de género, Ruth Coppinger, calificó el incidente de "repugnante" y denuncia la espiral de actos racistas en el suburbio que los agita y los acomete la extrema derecha.

Para protestar contra esta agresión racista a migrantes se ha convocado una manifestación este lunes a las 18.00 horas (horario irlandés) que saldrá desde la estación ferroviaria del suburbio, según ha informado el diario Independent.ie.