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Seis años de avances laborales en España que reducen pero no cierran la brecha con Europa

Desde 2018 España ha mejorado sus indicadores en materias como la reducción de la temporalidad (después de la reforma laboral) o el incremento del salario mínimo, pero mantiene una importante brecha salarial y en desempleo con Europa.

Una persona camina frente a la entrada de una oficina de empleo en Madrid, a 4 de diciembre de 2023
Una persona camina frente a la entrada de una oficina de empleo en Madrid. Imagen de archivo.  Jesús Hellín / Europa Press

Durante los últimos seis años, desde 2018 hasta la actualidad, se han producido una gran parte de las reformas de calado en materia laboral en España; reformas que van desde los distintos incrementos del salario mínimo interprofesional, hasta la reforma laboral que acometió una simplificación sin precedentes de los diversos tipos de contratos, pasando por una profunda reorientación de las políticas activas de empleo.

Todas las medidas aprobadas han tenido, en diferentes momentos y de manera distinta, su traducción en los datos que atesora el mercado de trabajo. Esto ha permitido que, a día de hoy, España haya conseguido recortar distancias respecto a algunas cifras europeas en materia de empleabilidad o de salarios.

Sin embargo, pese a estos avances, la brecha con la Unión Europea, y también con la Zona Euro, sigue siendo notable en algunos elementos. Una de las mayores transformaciones en el mercado de trabajo se produjo tras el despliegue de la reforma laboral que las Cortes aprobaron en 2022, después de una larga e intensa negociación en el seno del diálogo social que terminó con un acuerdo entre el Ministerio de Trabajo, las patronales y los sindicatos.

El eje principal de esta reforma fue la reducción de la temporalidad y el intento de evolucionar un sistema sostenido en muchos sectores por la eventualidad y la parcialidad hacia uno más estable y resistente a la incertidumbre económica. 

Tras la implementación de estas reformas, que redujo de manera notable los contratos firmados (en una dinámica de intensa creación de empleo) la tasa de temporalidad en España ha descendido desde el 25,4% del cuarto trimestre del 2021 al 16,5% del mismo periodo en 2023 (los últimos datos conocidos), es decir, nueve puntos en dos años.

La reducción de la temporalidad y la brecha salarial

Según datos del Ministerio de Trabajo, en 2023 se registraron 15,4 millones de contratos, son siete millones menos que en el año 2019 (31,4%) y casi tres millones menos que en 2022 (15,7%). Se trata de la menor cifra de contratos registrados desde el año 2013, cuando se reducía intensamente el empleo. Ahora, el empleo ha aumentado con un número mucho menor de contratos.

Gracias a estas modificaciones, España ha recortado sobremanera la brecha de temporalidad con Europa. Antes de la entrada en vigor de la reforma laboral, España era el segundo país europeo con mayor temporalidad; en la actualidad, según los datos de Eurostat (tercer trimestre de 2023), España está a tres puntos de la media de la UE, que es del 14,5%.

Otra de las señas de identidad de los gobiernos progresistas que ha habido desde 2018 es el incremento constante del salario mínimo interprofesional. Desde ese año, el SMI ha pasado desde 735,90 euros mensuales a 1.134 euros al mes, casi 400 euros mensuales más en seis años, y casi 4.800 euros más al año.

Además, el salario mínimo se ha ido incrementando en un contexto de creación de empleo. Sin embargo, y pese a esta subida, que sitúa el SMI español por encima del que tienen países como Grecia (910 euros) o Portugal (957 euros), aunque bastante por detrás de los que tienen Estados como Alemania (2.054 euros) o Francia (1.767 euros), la brecha salarial con Europa es una asignatura muy pendiente.

Aunque en el ultimo año la subida del SMI y las subidas pactadas en los diferentes convenios para tratar de combatir la inflación y la crisis económica han provocado que el salario por hora trabajada en España aumente en más de un 4%,  la brecha salarial respecto a la Unión Europea se ha duplicado desde el año 2008, cuando estalló la crisis financiera.

Los españoles cobran un 23% menos que la media de la UE

En la actualidad, según la última Encuesta de Costes Laborales de Eurostat, la retribución por hora trabajada en España es de 18,3 euros, frente a la retribución de 23,8 euros la hora que arroja la media de la Unión Europea; esto supone que los trabajadores españoles cobran un 23% menos que la media de sus vecinos europeos, una brecha salarial que está muy lejos de resolverse.

Sí que se han logrado más avances en la brecha salarial de género. El informe Brecha salarial de género en Europa: hechos y cifras, publicado por el Parlamento Europeo en abril de 2023 refleja que, de media, en Europa las mujeres cobran un 12,7% menos que los hombres, mientras que en España esta brecha es del 8,9%; en el año 2017 esta brecha en España era del 13,5%, según el estudio del pasado mes de marzo del Observatorio para el seguimiento de indicadores de empleo de la Estrategia Europa 2020/2030, publicado por el Ministerio de Trabajo.

Sin duda, a la hora de hablar de distancia con la UE, el indicador peor parado es históricamente el del desempleo. El paro ha presentado un curva descendente desde 2018; en el cuarto trimestre de 2017 esta tasa era del 16,55% con 18,9 millones de ocupados y 3,7 millones de parados; en el cuarto trimestre de 2023 (para comparar los mismos periodos) la tasa de paro fue del 11,8%, con casi 21,4 millones de ocupados y 2,8 millones de parados, según los datos recogidos en la Encuesta de Población Activa (EPA).

La Eurozona cerró el 2023 con una tasa de desempleo situada en el 6,4%, mientras que la de la Unión Europea apenas llegaba al 6%, según datos de Eurostat. En este contexto, pese a la reducción de la tasa de desempleo y la creación de puestos de trabajo durante los últimos años, España sigue liderando el paro en Europa y mantiene una importante brecha con sus vecinos que se agudiza en el caso del desempleo de los jóvenes (en enero de 2024 esta tasa era del 28,2% en España respecto al 14,8% de la Unión Europea, según Eurostat).

España lidera el desempleo juvenil de la Unión Europea y sólo se le acercan países como Suecia (22,5%), Portugal (23,1%), Italia (22,8%) o Luxemburgo (20%). Pese a los avances en materia laboral conseguidos en los últimos seis años, España mantiene abiertas brechas con Europa que, a día de hoy, están lejos de poder cerrarse.

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