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La mirada machista de la vejez perpetúa el estigma que rodea a la menopausia

El climaterio es una de las tantas vivencias de las mujeres invisibilizadas. Apenas un 10% recibe un abordaje eficaz en esta etapa. La falta de información y de respuestas es el origen del malestar que sienten cuando empiezan los síntomas.

Imagen de archivo de dos mujeres en una playa
Imagen de archivo de dos mujeres en una playa. Freepik

Con los cuerpos de las mujeres suelen ocurrir dos cosas: o bien se ignoran, o se habla de ellos como si pertenecieran a "una especie de ser mitológico". En cualquier caso, se identifican como algo "ajeno" y "distinto" que, desde luego, nada tiene que ver con el cuerpo del hombre cis, esa "unidad de medida de todas las cosas". Son un "terreno desconocido" y "lleno de opacidades" en todas sus etapas vitales, también en una especialmente enigmática y llena de cambios como es la menopausia, explica la escritora May Serrano en una conversación con Público.

El climaterio, que tiene lugar entre los 40 y los 55 años, es un proceso que ha estado "invisibilizado", al igual que ha ocurrido con el resto del ciclo menstrual desde que comienza en la vida de las mujeres. "Solo interesaba a la sociedad en la medida en la que se podía hablar de fertilidad, lo que implicaría un embarazo y un parto. Todo se centra en la reproducción, el resto ha sido obviado. En este sentido, el estigma de la menopausia es un estigma como cualquier otro", cuenta Ana Rosa Jurado, sexóloga y miembro de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).

Ana Rosa Jurado:  "El ciclo menstrual solo interesa en la medida en la que se puede hablar de fertilidad"

Años de lucha feminista han permitido reconocer desde otros marcos interpretativos que, sin embargo, tampoco la gestación, el trabajo del parto o el postparto estaban centrados en el bienestar de las madres. El concepto violencia obstétrica se ha definido precisamente para desenmascarar esta realidad, también eclipsada por la normalización del machismo.

El estudio Normalising menopause, publicado en junio de 2022 en el British Medical Journal, apunta algo similar a lo que señalan ambas expertas y pone de relieve la necesidad de "difundir una narrativa más realista y equilibrada que reconozca la menopausia como un proceso natural, con efectos tanto positivos como negativos". Cambiar el discurso sobre esta etapa es el primer paso para que las mujeres puedan manejarla con mayor confianza. 

Reconociendo que se trata de un momento que no todas viven igual, "no es una experiencia universal", darle voz a quienes lo han vivido, "brinda la oportunidad de educar y preparar a quienes lo enfrentan con más información y las herramientas" para buscar ayuda, cuando sea necesaria. 

Una sensación de orfandad por la falta de respuestas

Pilar (nombre ficticio), de 69 años, recuerda que cuando empezó su premenopausia "se desangraba". "Un día llegué a casa de mi padre y le dije: No te asustes, me han dicho en el médico que esto es así. Tenía dos reglas al mes y lo que hacía era bajar a Urgencias a que me pusieran un coagulante para frenar la hemorragia. Nadie me hizo más pruebas. Un día fui a otro ginecólogo porque no podía seguir así, estaba todo el día arrastrada, sin fuerza, y me recetó unas pastillas que me quitaron la regla. Solo me vino una vez más en mi vida. Fue una liberación", cuenta a Público. 

Tanto en redes sociales, como en conversaciones cotidianas, muchas mujeres expresan, ante todo, la incertidumbre que sintieron (o sienten) cuando comenzaron los síntomas de la menopausia y "nadie les explicó nada". O lo que es peor, la única respuesta que reciben es que "es normal".

May Serrano:  "Lo peor era la sensación de que no se me creía, de que no se me estaba atendiendo"

"Tú vas ahí a la consulta porque no sabes lo que te pasa, con ese malestar y nervios que genera el no saber, y lo único que te dicen es que es normal. Al mismo tiempo, tú, que conoces tu cuerpo, sabes que están ocurriendo cosas que antes no ocurrían. Esto da lugar a una incoherencia que te vuelve más loca todavía", señala May Serrano. Más allá de los prejuicios que "podamos tener todas" sobre la menopausia, "a mí lo que peor me ponía, emocionalmente hablando, era esa sensación de que no se me creía, de que no se estaba atendiendo algo que claramente estaba siendo un problema", reflexiona.

Serrano considera "bastante común" que, cuando las mujeres "llegan a cierta edad", los profesionales de la salud "entren en el bucle de culpar de todo al climaterio". Cosa que, argumenta, "puede tener sentido hasta cierto punto, pero no puede convertirse en un chivo expiatorio al que responsabilizar de todo". Y, sobre todo, "no puede ser un pretexto para no investigar más y dar respuesta o acompañamiento".

Ella cuenta que tras pasar dos meses "muy duros" y empezar a sentir cambios por la menopausia como, por ejemplo, el no poder dormir, tuvo que empezar a investigar por su cuenta. "La información, las explicaciones, muchas veces son un alivio. Empecé a entender que las hormonas estaban cambiando de ritmo y que hasta que encontrara mi ritmo nuevo tenía que escucharme para poder transitar algo que para mí era completamente desconocido", argumenta.

May Serrano: "Parar a escucharse es la auténtica revolución"

Expresarse, atreverse, situarse en esos niveles de autoconsciencia a los que, quizá, por la mala educación sexual cronificada en nuestra sociedad nunca había podido acceder, fue "maravilloso", afirma Serrano. "Entender qué cambios quería, qué necesitaba en ese momento, qué me estaba pasando realmente y dármelos por buenos, o sea, validar lo que me estaba pasando, fue clave. Esto de parar a escucharse es la auténtica revolución", añade.  

La autora de Climaterio: Todo lo que sabes sobre la menopausia es mentira pone el foco en la "escasa formación de los profesionales de la salud" y hace un llamamiento para que esto cambie: "No tiene sentido que sea uno de los lugares donde las mujeres más violencias recibimos".

También destaca la importancia de aprender por "canales no normativos". "Aunque cuesta que este tema rompa los techos de cristal, en muchos círculos está a la orden del día. Cuando rompes el silencio, te das cuenta que estamos todas en lo mismo. Estas conversaciones hay que tenerlas y hay que tenerlas en los círculos de privados, de seguridad, de intimidad, en los que puedas decir cómo te sientes sin ser juzgada. En ese aspecto, los colectivos feministas han sido fundamentales", apunta Serrano.

El 90% de las mujeres no recibe un abordaje eficaz

En sintonía, la experta en Sexología, Ana Rosa Jurado, lamenta que la menopausia "ni siquiera forma en el currículo habitual de los médicos". Desde la AEEM llevan mucho tiempo "haciendo formaciones, precisamente para que las facultades de medicina investiguen el climaterio", sin embargo, los avances, aunque es "innegable que los hay, son lentos". La doctora Jurado, además, señala el "proceso de oposición" que emerge "cada vez que las mujeres queremos dar un salto hacia adelante y mejorar nuestra calidad de vida". 

La especialista incide en que las cifras demuestran una no atención "constatable". Según los datos que la asociación maneja, se estima que "solo entre un 5% y un 10% son tratadas". Es decir, que alrededor del 90% no recibe un abordaje eficaz cuando atraviesa la menopausia. Los mitos que envuelven el climaterio lleva a muchas mujeres a pensar que tomar hormonas para regularse o usar tratamientos locales les va a perjudicar, pero "es por eso, por la falta de pedagogía y de comunicación", afirma Jurado. 

Se trata de un cambio "muy grande", se reducen "radicalmente los estrógenos y tenemos que cambiar estilos de vida, pero eso nadie lo sabe per se hay que acompañar el proceso. "Hay, por ejemplo, más riesgos cardiovasculares, afecta a los huesos, hay que mejorar el ejercicio, todo lo que pueda hacer que se favorezca el fortalecimiento... Pero eso tiene que haber alguien que lo exponga sobre la mesa", insiste la doctora.

Las mujeres, viejas. Los hombres, "maduritos"

Si tan evidente es, ¿qué impide que fluya la información? Entre todas las causas que tienen que ver, sobre todo, con dinámicas aprehendidas de la cultura patriarcal, hay una que ambas especialistas destacan por encima de las demás y es la depreciación que sufren las mujeres cuando dejan de ser consumibles a ojos de la mirada masculina. Es decir, cuando sus cuerpos mayores dejan de responder  al canon de belleza y el ideal de feminidad (si es que es esto alcanzable).

Ana Rosa Jurado: "Si es difícil cambiar el estigma que rodea a la menopausia es, entre otras cosas, porque la vejez penaliza a las mujeres"

"Está claro que la menopausia se interpreta como el pistoletazo de salida para la vejez. Esto, en una sociedad donde a las mujeres se nos valida por nuestro aspecto y, en concreto, por la juventud, explica el resto. Si es difícil cambiar cualquier estigma que rodea a la menopausia es, entre otras cosas, porque la vejez nos penaliza", arguye Ana Rosa Jurado.

Algo similar piensa May Serrano: "Parece que a ellos les salen canas y se vuelven unos seductores, unos maduritos. Nosotras, en cambio, pasamos a ser unas viejas, cuando, honestamente, creo que es el momento de mi vida en el que más contenta y cómoda he estado conmigo misma".

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