Los pequeños y grandes propietarios han aprovechado los vacíos legales de la nueva Ley de Vivienda para apostar por los pisos turísticos y seguir haciendo caja. "Hay negocio", espetó la ministra Isabel Rodríguez el pasado jueves ante los micrófonos de la Cadena Ser. Los grandes tenedores, los fondos buitre y el resto de inversores son los principales beneficiados. Los inquilinos y las familias vulnerables ocupan la otra cara de la moneda. El problema se agudiza en las zonas donde conviven el buen tiempo, la precariedad laboral y el turismo masificado: un cóctel digno de cualquier playa de las Islas Canarias. 

"El archipiélago ha crecido de manera descontrolada durante la década de los 80 y ahora estamos viendo los efectos. La pandemia ha acentuado la llegada masiva de turistas y compradores extranjeros. Los precios se han disparado y las viviendas vacacionales no están reguladas", apunta Imanol Zuaznabar, geógrafo experto en dinámicas territoriales que reside en las islas desde hace cuatro años. Canarias tiene 55.000 pisos turísticos censados, más de la mitad en manos de grandes tenedores –según datos oficiales del Ejecutivo autonómico–. 

Los vecinos han dicho basta. Este sábado 20 de abril, los colectivos ecologistas y sociales se darán cita con cientos de miles de ciudadanos en las calles de las ocho islas. La convocatoria surge para protestar contra el modelo turístico actual, la masificación del archipiélago y la falta de protección tanto de los residentes como de los entornos naturales. "Lo que pedimos es una tasa turística, una apuesta por la conservación de los ecosistemas y una moratoria vacacional que garantice el crecimiento cero del número de camas hoteleras. La clase política está preocupada y eso es fundamental", cuenta Alfonso Boullón, portavoz de la asociación ecologista Salvar la Tejita.

La consejera canaria de Turismo y Empleo, Jessica de León (PP), ha definido el anteproyecto para regular los alquileres turísticos como la "primera piedra" del "cambio de modelo" que exigen los convocantes de la manifestación. La norma, que estará en exposición pública hasta principios de mayo, contempla la limitación de las viviendas vacacionales hasta un máximo del 10% con respecto a la "edificabilidad residencial prevista" de cada municipio. "Es todo una farsa, porque no ponen mecanismos para localizar los inmuebles que no están registrados. En muchas localidades, hablamos de más del doble de los alojamientos", sostiene Pili Puyi, representante del Sindicato de Inquilinas de Tenerife.

España es el segundo país europeo, solo por detrás de Francia, con más estancias contabilizadas en pisos turísticos. Un informe reciente publicado por Eurostat evidencia el auge de los alquileres vacacionales en todo el continente, con Canarias y Andalucía en la parte alta de la tabla. El archipiélago ha sido la segunda región que más reservas ha registrado entre enero y marzo del año pasado, con 4,9 millones de pernoctaciones –solo superada por Ródano-Alpes, que en plena temporada de esquí alcanzó los 5,2 millones–.

"Tenemos localidades con una o dos viviendas disponibles en arrendamiento, pero docenas y docenas de pisos para alquiler vacacional. Las zonas y las clases se están polarizando cada vez más. Por un lado, tenemos espacios pobres y descuidados para las familias autóctonas y por otro lado, zonas ricas para los extranjeros y peninsulares con dinero", explica Imanol Zuaznabar. El geógrafo tampoco pasa por alto la alta tasa de viviendas vacías y subraya la necesidad de introducirlas en el mercado del alquiler residencial. 

Santa Cruz de Tenerife es la ciudad española de más de 200.000 habitantes con mayor porcentaje de viviendas vacías (17,30%). El PP niega las evidencias y rechaza declarar la capital como zona tensionada. Las Palmas de Gran Canaria se consolida en la cuarta posición del mismo ranking (14,28%), según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). "El PP y Coalición Canaria no han movido ficha, pero tampoco lo hicieron el PSOE y Podemos cuando estuvieron en el Gobierno", recuerda Pili Puyi.

"El impacto social y ambiental es evidente"

Las manifestaciones convocadas para este sábado no conocen fronteras y reunirán también a decenas de canarios en ciudades como Madrid, Málaga, Barcelona, Berlín y Londres. "La gente está cansada de ver como el turismo descontrolado acaba con todo lo que tenemos. El modelo actual está dando claros síntomas de colapso. Los recursos se agotan y las propias instituciones reconocen la emergencia hídrica, energética y climática. El suelo tiene unos límites y se están cargando cuatro kilómetros de costa al año", defiende Alfonso Boullón. 

"Lo único que importa parece que es la cifra récord de visitantes extranjeros. El impacto social y ambiental es evidente. Estamos presionando unos recursos de agua, suelo y servicios en zonas que están superpobladas durante casi todo el año. La vivienda es un derecho fundamental y parece que nos estamos olvidando", añade Elvira Jiménez, portavoz de Greenpeace. La patronal hotelera Ashotel ha publicado este miércoles un comunicado en el que propone construir pisos con "alquileres asequibles" para los "trabajadores en zonas próximas a las áreas turísticas". Los activistas consideran esta idea un "despropósito" e insisten en la importancia de construir vivienda pública.

La Asociación Canaria del Alquiler Vacacional, de hecho, confirmó que respaldaría una tasa en "todos" los establecimientos turísticos si la recaudación se destinase al desarrollo de parques de vivienda pública. "Es necesario, porque la vivienda se ha convertido en un lujo al alcance de muy pocas familias", señalan desde el Sindicato de Inquilinas de Tenerife. Los organizadores de la manifestación esperan una "asistencia histórica" y no pueden evitar echar la vista atrás. "Esto tiene vibras de cuando empezó el 15M. La gente quiere soluciones y va a salir a la calle independientemente del color de sus votos", asegura Zuaznabar.

Los recursos se agotan en el archipiélago

El problema de la vivienda no es el único que arrastran los habitantes del archipiélago. Las asociaciones ecologistas también ponen el foco en el actual contexto de crisis climática y la falta de recursos. "En Canarias, un turista gasta al día entre dos y seis veces más agua que un residente. No podemos permitir este descontrol de la demanda simplemente con la excusa de impulsar un sector que tampoco está distribuyendo la riqueza, porque todo queda en manos de unas pocas cadenas y empresarios", señala Elvira Jiménez. La portavoz de Greenpeace pide apostar por un modelo que prime la "sostenibilidad social y ambiental", donde convivan el turismo y la población autóctona con viviendas dignas y salarios decentes. 

"No vivimos del turismo, sino que el turismo vive de nosotros. Este modelo es suicida y lleva al límite los recursos, las infraestructuras y los servicios públicos. La población canaria queda desplazada y fuera del circuito económico, solo importa como mano de obra", denuncia Alfonso Boullón. Los activistas llevan varias semanas de movilizaciones y ocho días en huelga de hambre, aunque depositan el grueso de sus expectativas en la capacidad de presión de las marchas de este sábado. "Canarias tiene un límite y la gente está harta. Esto no quiere decir que estemos en contra del turismo, porque todos somos turistas. Lo que pedimos es un modelo sostenible y controlado", claman desde las asociaciones locales.