El Partido Popular no quiere posicionarse sobre el fondo de la última propuesta de Vox: paralizar los trámites para la concesión de la nacionalidad española a todas las personas procedentes de la "cultura islámica". También guardan silencio sobre el comentario de Santiago Abascal a la noticia del abatimiento de los ataques en Bruselas en el que pedía "abatirles antes de que maten a un solo inocente. En Barcelona, en Bruselas o en Israel". Pero antes, escribió en sus redes sociales, "hay que impedirles entrar".

Los juristas debaten si el líder de la extrema derecha ha podido incurrir en un delito de odio y Génova se pone de perfil con su principal socio. Fuentes oficiales del PP esquivan las preguntas defendiendo que no van a posicionarse sobre todos los movimientos u opiniones de Vox. 

Pero lo cierto es que, más allá del tuit de Abascal, su intención de frenar las nacionalizaciones de ciudadanos venidos de "cultura islámica" se materializó este martes en una propuesta no de ley (PNL) presentada en el Congreso de los Diputados. 

El PP tendrá que posicionarse sobre su admisión a trámite en el Parlamento, mientras Pepa Millán, portavoz de Vox en la Cámara, la defiende insistiendo en la asociación xenófoba de inmigración y religión islámica con terrorismo yihadista. En línea con lo ya manifestado, Millán volvió a pedir al Gobierno este miércoles que pare estos procesos de nacionalización en cuanto no se pueda "garantizar" su integración. 

En lo que sí se han alineado naturalmente PP y Vox es en sus ataques al Gobierno en funciones y en las acusaciones sobre la supuesta "cercanía" o "simpatía" de Sumar y otros socios del PSOE con la milicia de Hamás.