Almudena Negro es alcaldesa de Torrelodones (Madrid), pero vive en el municipio vecino de Las Rozas. La popular llegó al consistorio el pasado 28 de mayo. Anteriormente había sido diputada de la Asamblea de Madrid, y concejala y alcaldesa de Braojos de la Sierra, localidad al norte de la capital. Durante toda su carrera política, Negro ha saltado de un punto a otro de la geografía madrileña.

Es lo que se conoce como paracaidista o cunero: políticos que aterrizan en un territorio sin tener una vinculación directa con este. En algunas ocasiones son fichajes estrella y en otras, una simple distribución de las plazas entre los miembros de un partido. De esta manera, las circunscripciones pueden dejar de ser un modelo de representación territorial para convertirse en un mero reparto de sillones.

Para este 23J, Público ha detectado la presencia de, al menos, 15 paracaidistas encabezando las listas del PP, PSOE, Vox y Sumar en 13 circunscripciones distintas. Ocho pertenecen a la formación de Abascal, tres son socialistas, otros tres de Sumar y uno popular. De todos ellos, al menos nueve provienen de Madrid.

"Esto ha ocurrido durante toda la historia de España. Ya había cuneros, candidatos que no han nacido en la provincia, en los siglos XIX y XX. Y sigue pasando hoy en día, explica Pablo Simón, politólogo y profesor en la Universidad Carlos III de Madrid.

El caso del PP es el de Juan Bravo Baena, natural de Palma de Mallorca. Lidera la lista del PP en Sevilla. Se desempeñó como consejero de Hacienda en el primer gobierno de Juanma Moreno. Anteriormente, había encabezado la lista al Congreso del PP por Ceuta y había sido diputado autonómico por Jaén. Además de este caso, el PP ha colocado a varias personas de la confianza de Feijóo —mayormente gallegos— acompañándolo en la lista al Congreso por Madrid.

Los ministros socialistas

En el PSOE hay más casos en los cabezas de lista de las circunscripciones. Público ha recopilado al menos tres. Antonio Hernando Vera, diputado del PSOE por Madrid en varias ocasiones, se estrena este 23J como cabeza de lista por Almería, provincia con la que no tiene ninguna vinculación. También lo hace la cordobesa Carmen Calvo, exvicepresidenta con Pedro Sánchez. Calvo siempre se ha presentado en las listas electorales por Córdoba o Madrid, pero en estas generales encabeza la lista por Granada.

El tercer caso es el del actual ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Lideró la lista por la provincia de Cádiz en las elecciones generales de 2019, gracias a la cuál ocupa su escaño, y vuelve a hacerlo en los próximos comicios. Pero Marlaska nació en Bilbao y no tiene una especial relación con la provincia andaluza.

Una tradición española

En las generales, la presencia de paracaidistas en las listas de los partidos cumple con un patrón muy concreto: colocar en los puestos de salida a candidatos que los partidos quieren que salgan elegidos. Muchas circunscripciones, por ello, se llenan de cuneros. Según explica Simón, "la dirección de los partidos quiere colocar a los suyos en los puestos seguros: gente que sea más cercana o represente a su corriente dentro del partido".

"El impacto que tiene electoralmente es prácticamente inexistente. Que tengas un cabeza de lista u otro en la provincia normalmente no mueve un voto porque la mayoría de gente ni siquiera sabe quién es. La gente realmente vota la lista del partido y punto", resume Simón. La fórmula no es novedosa, la política española está llena de ejemplos. Como el del popular Javier Maroto, que tras quedarse sin su escaño en el Congreso por Álava llegó al Senado por designación de la Junta de Castilla y León, en un salto puramente estratégico por alcanzar un sillón en la Cámara Alta.

Otro ejemplo es el de José Julio Rodríguez, Jefe del Estado Mayor de Defensa (JEMAD) entre 2008 y 2011.Nacido en Ourense. Fue número dos de Podemos por Zaragoza en las generales de diciembre de 2015 y no consiguió escaño. Tampoco lo logró al presentarse de cabeza de lista por Almería en junio de 2016, provincia con la que tampoco tenía vinculación. Desde diciembre de 2017 es el secretario general de Podemos en Madrid ciudad y ha ido en las listas del partido a las elecciones autonómicas.

Sumar a cuneros

Las listas de Sumar, la nueva coalición liderada por Yolanda Díaz, también cuenta con paracaidistas en los puestos de salida. Es el caso de al menos tres cabezas de lista. Enrique Santiago, líder del PCE y madrileño, se presenta como número 1 por Córdoba. No tiene ninguna relación con la provincia andaluza y hasta ahora había sido diputado por Madrid.

Otro caso es el de Martina Velarde, secretaria general de Podemos Andalucía. Es gaditana pero vive en Córdoba. Hasta ahora había sido diputada por esta provincia, pero el 23J es la cabeza de lista por Granada. Velarde estudió y vivió durante unos años en esa provincia, pero ya no reside allí. El salto de candidatos entre las provincias andaluzas es bastante frecuente.

En la Comunitat Valenciana, Txema Guijarro es el número 1 de Sumar por Alacant. Ya era diputado por esta provincia y antes lo fue por València, pero Guijarro es madrileño y reside en la capital.

Los paracas no se encuentran solamente en los puestos de cabeza de lista. Precisamente una alicantina, la directora del Instituto de la Juventud (INJUVE) y exdiputada de Unidas Podemos por Alacant, María Teresa Pérez, es la número 2 en las listas de Sumar por Córdoba. De la misma forma, la número 5 por Madrid es Ione Belarra, la líder de Podemos. Belarra es de Pamplona y hasta ahora había sido siempre diputada por Navarra.

En las negociaciones para que Podemos entrara a formar parte de Sumar el partido morado se quedó con ese quinto puesto por Madrid y lo ha ocupado Belarra como líder. Algo similar ha sucedido en Barcelona. Las negociaciones concedieron el cuarto puesto de esta lista a Podemos, que ha decidido dárselo a Lilith Verstrynge. Verstrynge, que es secretaria de organización de Podemos, es madrileña y no tiene ninguna relación especial con Barcelona.

Los 'paracas' de Vox

Vox es el partido que más a menudo recurre a esta fórmula para rellenar el mapa con sus candidaturas. Ya lo hizo en las generales de 2019 cuando Macarena Olona, todavía uno de los activos más relevantes del partido, lideró la lista de los ultraderechistas por Granada.

Esta vez, son al menos ocho los cabeza de lista de Vox que han aterrizado en provincias en las que resultan casi desconocidos. Tras la salida de Olona del partido, es el madrileño Jacobo Gonzalez-Robatto Perote quien lidera la formación por Granada. Fue el segundo de la exparlamentaria y su jefe de campaña en las andaluzas de 2022. Senador por Andalucía, ha vivido en Sevilla y Madrid, pero es desconocido en Granada.

Pablo Simón explica que Vox es un partido que tiene una estructura provincial, no autonómica, y que tiene más implantación en Madrid que en la mayoría de la geografía española. "Por lo tanto, eligen a gente que sea de su estrechísima confianza para encabezar las listas en otras provincias. Cuánto más centralizada sea la estructura de un partido más tendencia hay a que se dé esta dinámica. Lo que quieren, evidentemente, es tener mucha cohesión dentro del grupo parlamentario".

En Ávila, es la barcelonesa Georgina Trías Gil quien lidera el partido. Nacida en Barcelona en el seno de una familia de la burguesía catalana, ahora reside en Madrid, según sus perfiles en redes sociales.

También Víctor Guido González Coello de Portugal, cabeza de lista del partido por Salamanca es un recién llegado a la provincia castellanoleonesa. Según informan medios locales, su relación con la provincia es escasa, a pesar de haber asegurado en mitin que sus raíces familiares se encontraban en un pueblo salmantino.

La dirección de Vox ha propuesto para las candidaturas de Badajoz, Huelva, Zaragoza, Albacete y Melilla a miembros de la formación que no tienen vinculación con dichos territorios. Son Ignacio Hoces Íñiguez, Tomás Fernández Ríos, Pedro Fernández Hernández, Ismael Iván Vélez y Javier Diego Ferrero. De los ocho cabezas de lista paracaidistas de Vox, seis son madrileños.

Las listas de Madrid

Es habitual que los partidos dispersen a candidatos madrileños o personas de la dirección del partido, que acostumbran a residir en Madrid, en los puestos de salida de distintas provincias. A la inversa sucede un fenómeno parecido.

Ocurre principalmente porque existe la tradición de que los candidatos a la presidencia del Gobierno encabecen la lista de su partido por Madrid. Pedro Sánchez es madrileño. Pero Alberto Núñez Feijóo y Yolanda Díaz son gallegos y Santiago Abascal, vasco. Los cuatro van como cabeza de lista de su partido por Madrid.

Para las elecciones generales no hay ninguna obligación de residir en el lugar por el que alguien es candidato. Por ello, para el 23J cualquier español, viva donde viva, puede presentarse por cualquier circunscripción. Los partidos utilizan esta norma para elaborar sus listas en función de sus intereses. Así, los candidatos a la presidencia se presentan por Madrid sean de donde sean.

De hecho, las listas por Madrid acostumbran a estar copadas también por personas de otras provincias. El candidato a presidir el Gobierno encabeza esa lista y tiende a rodearse en ella de quien quiere o de la dirección del partido, no únicamente de madrileños.

El PP gallego ha aterrizado en Madrid

Para el 23J esta estrategia se ha visto claramente en la confección de la lista por parte del líder popular y candidato a la presidencia, Alberto Núñez Feijóo. En su salto a Génova ha traído con él a distintos cargos del PP gallego, y esto se ha reflejado también en la lista popular al Congreso por Madrid.

Es el caso de Marta Varela (número 5 de la lista del PP en Madrid), María del Mar Sánchez (número 10), Luis de la Matta (número 27) y Marcos Gómez (número 28). Todos trabajaban ya en la Xunta de Galicia con Feijóo, aunque Luis de la Matta es madrileño. Los otros tres sí son gallegos. Actualmente, Varela es la jefa de gabinete de Feijóo y Sánchez, la directora de proyección e imagen.

Feijóo también lleva a Borja Sémper como tercero en la lista madrileña. Sémper, portavoz de campaña del partido, es vasco y siempre había ocupado cargos en su tierra. En esta ocasión da el salto a la política nacional y lo hace por Madrid en lugar de por Gipuzkoa, provincia en la que fue presidente del PP.