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ERC y Junts no bloquearán la investidura por el referéndum pero exigirán que esté sobre la mesa durante la legislatura

Los partidos catalanes defienden la necesidad de dejar claro que la autodeterminación debe estar en la solución del conflicto. Las relaciones con el PSOE se han tensado y Esquerra recuerda que el Gobierno ya aceptó la cuestión en la Mesa de Diálogo.

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, i el conseller Roger Torrent conversen des de l'escó amb la portaveu d'ERC al Parlament, Marta Vilalta.
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el conseller Roger Torrent dialogan desde su escaño en el Parlament. Jordi Borràs / ACN

La investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno está en la parrilla de salida, solo a la espera de que el rey Felipe VI le haga el encargo después de la ronda de consultas con los grupos parlamentarios y de que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, fije fecha para la sesión en el Congreso de los Diputados.

El momento de Sánchez llega después del fracaso del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y tras superar el tenso período político que supone para el independentismo la Diada y el 1 de Octubre. Pero también en medio de un incremento de la tensión entre el PSOE y los independentistas a tenor de haber sumado a la amnistía la cuestión del referéndum, complicando la ecuación de la investidura.

Fuentes consultadas de los tres partidos, PSC, ERC y Junts, advierten que no se puede dar nada por hecho y que el momento es delicado para llegar a un acuerdo, con lo cual habrá que enmendarlo y superarlo.

La perspectiva es diferente según las partes y en los socialistas cunde el enfado con los independentistas por haber puesto en el foco el referéndum. En cambio en ERC y Junts se muestran sorprendidos de la airada reacción socialista ya que ambas fuerzas políticas consideran que siempre han sido claros que su objetivo central, más allá de la amnistía, era la autodeterminación de Catalunya.

Amnistía en primer plano, referéndum en segundo

En este callejón que parece sin salida hay que ir al fondo subliminal de lo que transmiten las fuentes y la conclusión sería que lo más relevante de la posición tanto de ERC como de Junts es que la cuestión del referéndum, a diferencia de la amnistía, no se plantea a corto plazo y por tanto no debería ser un elemento que desestabilice y haga naufragar la investidura de Sánchez.

Eso sí, ERC y Junts defienden la necesidad de dejar claro que la autodeterminación debe estar en la solución del conflicto político entre Catalunya y el Estado y por tanto exigen que durante la legislatura esté sobre la mesa. Y Esquerra recuerda que el Gobierno ya aceptó la cuestión en la Mesa de Diálogo, que los republicanos quieren reactivar con el referéndum de autodeterminación en el centro de la negociación. Al menos para conseguir fijar las condiciones que garantizarían su celebración en el plazo que se acuerde.

La resolución aprobada en el Parlament en el marco del Debate de Política General en que ERC y Junts, con la abstención de la CUP, acordaron no investir a Sánchez si no trabaja "para hacer efectivas las condiciones de un referéndum" ha sacudido con fuerza el arranque del proceso para la investidura del secretario general del PSOE. Y seguramente ha tambaleado algunos de los esquemas políticos y mediáticos previstos y diseñados por el PSOE y la Moncloa para llevar a cabo el acuerdo de investidura con el menor coste político y electoral posible.

Esquerra y la resolución del Parlament

El polémico documento tuvo el impulso motor de Esquerra, según ha podido saber Público, convenciendo a un Junts dubitativo sobre si firmar el acuerdo. Fuentes del PSC acusan a los republicanos de haber "entrado en pánico por la caída electoral" pero también muestran malestar con Junts con quién algunas fuentes aseguran que existía un acuerdo para no colocar el referéndum en el debate sobre la investidura de Sánchez.

Para los socialistas, los independentistas cometen un gran ejercicio de irresponsabilidad que puede dar al traste con la investidura y abrir las puertas del Gobierno español a la derecha y la extrema derecha en una repetición electoral. Y lo atribuyen a "una estúpida carrera por salir en la foto y por la eterna pugna partidista por la hegemonía del mundo independentista, sin pensar en el país", asegura un miembro de la dirección de los socialistas catalanes.

Tanto el PSC como el PSOE se han coordinado para cerrar la puerta totalmente a un acuerdo que incluya el referéndum. Con un duro comunicado conjunto y con una intensa agenda mediática de un contundente Salvador Illa. "Si hay que ir a elecciones, iremos a elecciones y que la ciudadanía elija", advierte el primer secretario del PSC.

Por su parte ERC ha dejado claro en la conmemoración del sexto aniversario del 1 de octubre que el referéndum es condición negociable pero imprescindible. Según el president de la Generalitat, Pere Aragonès: "Que lo tenga claro todo el mundo: la amnistía por sí sola no resuelve el conflicto. La autodeterminación, el referéndum se sitúa en el centro de la resolución del conflicto".

También el expresident Carles Puigdemont participó de forma telemática en los actos y aseguró que el independentismo "no se puede malvender los puntos cardinales buscando salidas personales". Aunque es relevante que no hiciera ninguna referencia directa a la exigencia del referéndum ni a la investidura de Sánchez e incluso reconociera que "las cosas están cambiando, no lo suficiente pero sí en la buena dirección".

Buscando la salida al entuerto

Una vez superada la icónica fecha independentista del 1 de octubre, con una ANC desbocada en contra de la investidura y exigiendo que la amnistía de paso a una declaración unilateral de independencia, ERC y Junts trabajan ya para reconducir la situación con el PSOE. La propia secretaria general de Esquerra, Marta Rovira, apuntaba a los socialistas una solución en una entrevista este lunes en Catalunya Ràdio: "Debemos poder hablar de referéndum esta legislatura. No podemos renunciar a lo acordado hace 4 años. Ya pusimos las bases para que se pudiera hablar de todo".

Según Rovira, en el acuerdo de investidura de 2019 ya se pusieron las bases para que se pudiera hablar "de todo" en una mesa de diálogo y ha calificado de "razonable" que ahora el PSOE vuelva a asumirlo de nuevo en la nueva investidura ya que es "de mínimos". En aquel acuerdo entre ERC y el PSOE destacan dos puntos: "El reconocimiento del conflicto político y la activación de la vía política para resolverlo"; y la "creación de una mesa bilateral de diálogo, negociación y acuerdo para la resolución del conflicto político". El mismo acuerdo fijaba que la resolución del conflicto se debe materializar "a través de cauces democráticos, mediante el diálogo, la negociación y el acuerdo, superando la judicialización del mismo".

Los republicanos se darían por satisfechos si Sánchez asume lo ya acordado en 2019, entendiendo que incluye el debate sobre la autodeterminación como "cauce democrático" y a partir de ahí se derive el tema del referéndum a las negociaciones durante la legislatura. Los independentistas no están dispuestos a renunciar a la autodeterminación pero tampoco a poner en peligro lo que supondría para sus bases un acuerdo de amnistía como el que puede incluir la investidura. Sin perder de vista que tienen la fuerza de disponer la llave de la gobernabilidad del Estado, pero que en las elecciones del 23J sufrieron un importante retroceso con una aplastante victoria del PSC y ello debilita su posición.

La reactivación de la Mesa de Diálogo, una solución

La intención de Esquerra es que el Gobierno español que resulte de la investidura de Pedro Sánchez acepte la reactivación de la Mesa de Diálogo y sea en este foro entre el Ejecutivo español y el catalán donde se negocien estas condiciones. Según Aragonès, el Govern de la Generalitat debe estar al frente del "pulso" con el Estado para obtener un referéndum.

Un planteamiento que tiene dos problemas. El primero que el PSOE no está dispuesto a negociar este tema porque lo considera fuera de la Constitución. El segundo que sin Junts en el Govern, los de Puigdemont quedarían excluidos de la negociación. Y aunque desde la presidencia de la Generalitat aseguran que se encontrará "la fórmula para que todo el mundo esté representado", desde Junts recelan del protagonismo que ello daría a Aragonès y su Govern a las puertas de unas elecciones catalanas a finales del año próximo o principios del 25.

En breve probablemente se dará a conocer la fecha para la sesión de investidura de Pedro Sánchez. Pero en la ronda de consultas con el rey Felipe VI, cuando el candidato se reúna con el monarca, no le podrá asegurar que tiene los apoyos necesarios. Solo que está trabajando para conseguirlos. Y en ello la amnistía –especialmente su perímetro y como afecta ello al futuro político de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras– será la clave para los independentistas catalanes. Siempre teniendo en cuenta que en la habitación quedará pendiente el elefante del referéndum.

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