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Una cuestión de confianza y otros escenarios que plantea la carta del presidente Pedro Sánchez

El líder del Ejecutivo comparecerá ante los medios de comunicación el próximo lunes para anunciar su decisión. ¿Dimitirá? ¿Será solo un toque de atención frente a la ultraderecha? 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en la sesión de control al Gobierno celebrada este miércoles en el Congreso
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en la sesión de control al Gobierno celebrada este miércoles en el Congreso. J.P.Gandul / EFE

La carta publicada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la tarde de este miércoles ha provocado una mezcla de conmoción e incertidumbre en el debate político. El líder del PSOE se plantea su continuidad en el cargo por los ataques hacia su familia, especialmente a su esposa Begoña Gómez.

La gota que ha colmado el vaso es la querella del sindicato ultraderechista Manos Limpias y la apertura de diligencias por parte de un juez. Todo ello aparejado de una estrategia de acoso impulsada no solo por la extrema derecha sino también favorecida por el PP. 

Sánchez ha cancelado su agenda pública hasta el lunes. Ese día ha anunciado una comparecencia ante los medios de comunicación para explicar la decisión que toma. Hasta ese momento se suceden las preguntas. ¿Qué decisión tomará el líder del Ejecutivo? ¿Qué escenarios se contemplan?

Según diferentes fuentes consultadas por Público, una de las opciones que puede estar sobre la mesa es que Sánchez se someta a una cuestión de confianza. Es una herramienta contemplada en el artículo 112 de la Constitución Española. Se sometieron a ella tanto Adolfo Suárez como Felipe González en 1980 y 1990 respectivamente. Ambos la superaron. 

"El Presidente del Gobierno, previa deliberación del Consejo de Ministros, puede plantear ante el Congreso de los Diputados la cuestión de confianza sobre su programa o sobre una declaración de política general. La confianza se entenderá otorgada cuando vote a favor de la misma la mayoría simple de los Diputados", señala la Carta Magna.

Si el Congreso negara la confianza al Gobierno, el presidente presentaría su dimisión y a continuación se iniciará el proceso para designar un nuevo presidente. Sánchez, si optara por esta vía, podría obtener la legitimación parlamentaria de nuevo, tal y como ya hizo en su debate de investidura del mes de noviembre. Pese a contar con mayoría en el Congreso, la derecha y extrema derecha siempre han puesto en cuestión la legitimidad de su Gobierno.

¿Dimisión?

Otro hipotético escenario es que Sánchez optara por abandonar. Una dimisión que contempla en su carta de este miércoles. Aquí, además de la inédita situación, se abriría un proceso que comenzaría porque la vicepresidenta primera, en este caso María Jesús Montero, ejercería como presidenta en funciones. Así lo establece el artículo 101 de la Constitución. 

Se debería abrir entonces un proceso para una nueva investidura que contemplaría además el ritual de ronda de consultas del rey Felipe VI. Si pasan dos meses y no hay candidato designado y debate de investidura convocado, se tendrían que convocar elecciones.

Las Cortes no se pueden disolver este lunes ni Sánchez puede convocar elecciones anticipadas porque no ha pasado todavía un año desde la última convocatoria electoral, que fue a finales de mayo de 2023. En democracia solo ha dimitido un presidente electo, fue Suárez en 1981 y a continuación fue investido Leopoldo Calvo Sotelo. 

Rearme frente a la derecha

La carta de Sánchez, a quien fuentes cercanas ven muy afectado a nivel personal, también puede ir aparejada de un rearme frente a la derecha y extrema derecha. Es decir, que el presidente decida que ha dado un toque de atención a la ciuadanía para "volver" después de varios días de ausencia con más fuerza frente a los ataques de la ultraderecha. Todo, además, en medio de un ciclo electoral muy relevante para los socialistas, con comicios en Catalunya el 12 de mayo y elecciones europeas el 9 de junio.

Esta reacción podría tener otra derivada con el anuncio de acciones concretas frente a la situación que vive. Podría ser el inicio de una ofensiva judicial o mediática para defenderse él y su familia ante lo que consideran calumnias y bulos. En cierta medida esa es la estrategia, solo en lo mediático, que siguió durante la campaña electoral del 23 de julio. Solo Sánchez, tantas veces impredecible, sabe lo que anunciará el esperado lunes. 

 

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