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Los candidatos catalanes se posicionan a favor y en contra de Sánchez ante la cuenta atrás para su decisión

El PSC intensifica la apelación al "combate" para que el presidente del Gobierno continúe en el cargo, ERC le exige desde Ginebra que no dimita pero pide a los socialistas más empatía con los exiliados, y Feijóo asegura que representa "la decadencia, la ruptura y el pasado".

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en Lleida.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en Lleida. Álex López (EFE)

La campaña electoral de las elecciones catalanas del 12 de mayo se ha vivido este domingo bajo la presión de la cuenta atrás del anuncio del presidente del Gobierno español sobre su continuidad en el cargo. A 24 horas de que Pedro Sánchez haga pública su determinación, después de cinco días de reflexión frente a la ofensiva de la derecha y la ultraderecha contra su entorno familiar, la mayoría de los candidatos y candidatas de las elecciones en Catalunya se han posicionado, aunque con muchos matices, sobre cuál debe ser la decisión de Sánchez.

En el apartado a favor de su continuidad, los socialistas catalanes, lógicamente, han sido los abanderados. El PSC ha intensificado la apelación al "combate" para que continúe en el cargo un Pedro Sánchez "generoso con Catalunya", justamente en el mitin de campaña de Santa Coloma de Gramenet en que estaba prevista la presencia del secretario general del PSOE, antes de suspender su agenda. 

El candidato del PSC, Salvador Illa, ha insistido en que hay que "resistir colectivamente" y rechazar a quienes pretenden "conquistar el poder al precio que sea". "Estamos contigo, de la misma forma que tú estás con Catalunya", ha dicho. El ministro de Industria, Jordi Hereu, se ha sumado a los apoyos, expresando que no se puede dejar ganar a quien "degrada la política". "Necesitamos la política democrática, necesitamos la fuerza de la gente" ha afirmado.

En el terreno más de confrontación electoral, Illa ha cargado contra los partidos independentistas y ha denunciado que, tanto Junts como Esquerra, han estado al frente de la Generalitat durante la última década gobernando "de espaldas a los ayuntamientos".

El dirigente socialista ha criticado la "reticencia" a colaborar con los gobiernos municipales de las dos formaciones independentistas y ha afirmado que las últimas reuniones de un president de la Generalitat con alcaldes fueron durante los ejecutivos de Maragall y Montilla. En este sentido, se ha comprometido a trabajar "codo con codo" con los consistorios. Por su parte, Jordi Hereu ha rechazado a quienes quieren volver a "referéndums divisorios". "Queremos una Catalunya de todos", ha dicho.

También en el frente por la continuidad de Sánchez se han posicionado desde los socios del PSOE en el Gobierno español. La vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha asegurado que "nadie va a doblegar" al Ejecutivo de coalición con el PSOE, porque ha sido "legítimamente elegido en las urnas".

Lo ha dicho en el acto de campaña de Comuns Sumar de este domingo en el auditorio de la Farga de Hospitalet de Llobregat, donde ha apoyado a la candidata a presidenta de la Generalitat, Jéssica Albiach, junto al ministro de Cultura, Ernest Urtasun. Díaz ha animado a la ciudadanía a votar en las elecciones al Parlament "como el 23 de julio" de 2023, y a convertir esa jornada en "un tsunami democrático de votos".

ERC exige la continuidad a Sánchez desde el exilio de Ginebra

Por su parte, la jornada electoral de este domingo de Esquerra Republicana ha estado marcada por grandes dosis de simbolismo. Tanto desde el punto de vista interno de la formación como por el contexto de la crisis generada por la reflexión de Pedro Sánchez ante la ofensiva de la derecha y la ultraderecha política, mediática y judicial.

Una ofensiva que los republicanos han recordado que conocen muy de cerca, ya que lo han hecho desde el exilio que padecen algunos de sus miembros a causa de esa ofensiva. Y es que ERC ha trasladado este domingo su jornada electoral a Ginebra, donde ha viajado la plana mayor del partido, con el candidato y president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente del partido, Oriol Junqueras, al frente.

De hecho, ERC ha reivindicado el exilio como parte de su historia, y sus dirigentes se han conjurado en Suiza para resistir la "represión" del Estado. Especialmente emotivo ha sido el encuentro con los miembros del partido que se encuentran exiliados en la capital suiza de Ginebra acusados de terrorismo por el caso de Tsunami Democràtic. Concretamente, la secretaria general de Esquerra, Marta Rovira, desde hace seis años, y el número nueve de la lista y diputado, Ruben Wagensberg, desde hace unos meses.

Los exiliados de Esquerra se han mostrado partidarios de la continuidad de Pedro Sánchez en el cargo para plantar cara a la ultraderecha, pero también se han mostrado críticos con los socialistas por la falta de empatía con el resto de víctimas de la judicialización de la política, entre otros los propios republicanos.

Pere Aragonès ha asegurado que "retroceder es dar la razón y la victoria a la extrema derecha y nunca lo haremos". La historia de ERC es una vida de "resistencia" ante la extrema derecha, ha asegurado. "Y cuanto más represión ha habido, más victorias hemos logrado", ha sentenciado el candidato de Esquerra.

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, también ha pedido a Pedro Sánchez que "no le tiemblen las piernas", porque ahora hay que estar "más al lado de la democracia que nunca". Pero el diputado Wagensberg considera "inhumano y una locura" que "nadie" del PSC le haya enviado todavía ningún mensaje de apoyo.

Wagensberg ha recordado que él ha sido secretario de la Mesa del Parlament en la última legislatura, y que ni el candidato del PSC y jefe de la oposición hasta ahora, Salvador Illa, ni tampoco el secretario segundo de la Mesa (y ahora número 5 de la lista socialista), Ferran Pedret, no se han puesto en contacto con él. Wagensberg ha criticado especialmente a Pedret, con quien ha compartido "cada día" de su trabajo parlamentario en los últimos tres años.

Durante los actos de campaña en Ginebra, el cabeza de lista, Pere Aragonès, ha llamado a culminar el referéndum del 1-O. Y el presidente del partido, Oriol Junqueras, ha pedido una "victoria lo suficientemente grande" para poder vencer a las herramientas "no democráticas" que utiliza el Estado.

Extrema dureza de Feijóo: "Sánchez ya es pasado"

El tono más duro con Sánchez se ha podido escuchar en el acto electoral del PP en Lleida. El candidato, Alejandro Fernández, ha definido las concentraciones de apoyo al dirigente socialista de "esperpénticas". Y también ha cargado contra el PSC, a quién reprochó que "han sido el bombero pirómano en la historia de Catalunya, que alimenta la ruptura y después se ofrece para coserla".

Pero sin duda ha sido el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, quién ha utilizado el discurso más agresivo afirmando que Pedro Sánchez "podrá estirar más o menos la agonía, pero ya representa la decadencia, la ruptura y el pasado".

Feijóo ha cerrado su intenso fin de semana de campaña en Catalunya, arropando al candidato del PP, Alejandro Fernández, asegurando que "el pueblo de Catalunya había vencido al procés", pero ahora este "ha vuelto porque al PSOE le interesa para mantenerse en el Gobierno". "Si no hubieran necesitado a Puigdemont, no habrían aprobado la amnistía", ha sentenciado.

Finalmente, el líder de los populares ha vuelto a cargar tanto contra Sánchez como contra Puigdemont: "No podemos quedar atrapados por un político catalán que amenaza con volver, y un político español que amenaza con marcharse".

Puigdemont focaliza las críticas en Illa

En el grupo de las críticas a los socialistas también se ha situado el candidato de Junts, Carles Puigdemont. Pero este domingo se ha centrado más en atacar al candidato del PSC, Salvador Illa, aparcando las referencias a la situación de Pedro Sánchez.

Puigdemont ha lanzado un doble aviso a navegantes para el electorado independentista: tanto la abstención como la "división" del independentismo "son votos que de algún modo irán al señor Illa". En una clara demanda de concentrar el voto independentista en su candidatura que ha lanzado ante unas 1.200 personas.

Así pues, Puigdemont ha buscado exclusivamente el cuerpo a cuerpo con el cabeza de lista del PSC y ha asegurado que los problemas que sufre Catalunya, desde la seguridad hasta el transporte ferroviario, "no los resolverán el PSOE, ni su delegado", en referencia a Illa. "Cuando dicen [el PSC] que quieren pasar página, quieren bajar la persiana del país, de la nación, de la lengua, de la reivindicación", ha criticado el expresident de la Generalitat, insistiendo en que nadie se puede "quedar en casa" ni "votar opciones que nos dividen".

Finalmente, la CUP ha mantenido su estrategia de ceñirse a su programa electoral en los actos de campaña eludiendo las referencias a Sánchez. En un acto en Tarragona, los anticapitalistas han dicho "basta" a los macroproyectos como el Hard Rock en esta provincia. Los candidatos de la CUP por Tarragona, Sergi Saladié y Eloi Redón, han pedido un "cambio radical de todas las políticas económicas que se han hecho en los últimos años" en su territorio.

"Comámonos a los ricos y cerremos los casinos", ha afirmado Redón, que también es portavoz de la Plataforma Aturem Hard Rock. "Sabemos muy bien quién nos dio la mano y quién la espalda, y un voto a los comuns no cambia absolutamente nada", añadió. La CUP también ha cargado contra el PSC, al que ha acusado de ser "sinónimo de corrupción" por los casos Inipro e Innova que han salpicado estructuras municipalistas del PSC en la provincia de Tarragona.

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