"Nuestra redacción seguirá en San Salvador y seguiremos haciendo periodismo en El Salvador. Pero nuestra operación administrativa y legal ya no. Ahora somos un periódico centroamericano con sede en San José". De este modo ha anunciado el medio independiente El Faro el traslado de parte de su estructura a Costa Rica, debido a la persecución a la que el Gobierno de Nayib Bukele somete a sus trabajadores. 

"Durante la administración Bukele, El Faro y sus empleados hemos sido objeto de campañas de deslegitimación y difamación originadas en Casa Presidencial; hemos enfrentado seguimientos físicos y amenazas; espionaje con Pegasus; acoso a anunciantes y difamaciones de funcionarios y diputados del partido oficial", narran desde el periódico digital.

En un editorial explican que, por todo ello, "desde el 1 de abril de este año, El Faro es administrado por la Fundación Periódica, en San José, Costa Rica", pese a que antes "operó administrativamente bajo la propiedad de la empresa salvadoreña Trípode, S.A. de C.V., con la que nació", añaden.

"Pero, sobre todo, hemos enfrentado múltiples auditorías del Ministerio de Hacienda, con acusaciones fabricadas a las que seguimos respondiendo y apelando en todas las instancias administrativas y judiciales correspondientes, a pesar de saber que en El Salvador ya no hay división de poderes; el presidente incluso utilizó una cadena nacional de radio y televisión para falsamente acusarnos de lavado de dinero", relatan en el comunicado. 

Relato de un intento de censura gubernamental

Fue allá por el mes de septiembre de 2020 cuando El Faro publicó que Hacienda estaba auditando "la contabilidad de este periódico en los ejercicios 2014, 2016, 2017 y 2018", si bien denunciaban que dicho departamento del Ejecutivo de Bukele no le había notificado a sus representantes que dicha investigación se estaba llevando a cabo.

Meses más tarde, en abril de 2021, El Faro denunció mediante una editorial que el Gobierno salvadoreño estaba "fabricando otro caso" en su contra tras una auditoría en la que el Ministerio de Hacienda acusa al medio de investigación de evadir impuestos.

Y ya en julio de 2021, el editor del periódico salvadoreño El Faro, el periodista mexicano Daniel Lizárraga, se vio obligado a salir de El Salvador en el plazo que le ordenó el Ejecutivo tras negarle un permiso de trabajo y la residencia temporal. Además, el director del medio, Carlos Dada, no puede vivir en su país debido a que allí su vida corre un serio peligro.

Costa Rica "ofrece garantías" a 'El Faro' que El Salvador no

El periodista y subjefe de redacción de El Faro, Sergio Arauz, afirmó este viernes en una conversación con la Agencia Efe que Costa Rica "ofrece garantías que El Salvador no", por lo que decidieron mover allí su "soporte legal" y administrativo.

"Es una especie de escudo tener nuestra sede legal en Costa Rica, porque es un país que ofrece garantías que El Salvador no ofrece", ha asegurado en concreto, para luego señalar que en Costa Rica "hay independencia de poderes, una democracia mucho más estable", además de "un Estado de derecho bastante fortalecido".

Narró el informador que la redacción de El Faro "desde hace un par de años ha estado sufriendo ataques de distinto tipo y la parte administrativa ha estado defendiéndose", también agregó que han enfrentado cuatro auditorías por parte del Ministerio de Hacienda salvadoreño y una más en curso.

"El desmantelamiento de nuestra democracia, la falta de controles al ejercicio del poder de un pequeño grupo, los ataques a la libertad de prensa y el cierre de todo mecanismo de transparencia y rendición de cuentas en El Salvador amenazan seriamente el derecho ciudadano a estar informado, más allá de los cuantiosos recursos públicos destinados hoy a diseminar propaganda y noticias falsas", ha explicado el periódico en el editorial en el que han explicado su mudanza a Costa Rica.

En dicho texto agregan que "la criminalización del periodismo es, lamentablemente, cada vez más utilizada por los Gobiernos de la región, paralelamente a la acumulación de poder y el debilitamiento de las instituciones democráticas y los movimientos civiles. Los autócratas no toleran otras narrativas".

El Faro es considerado uno de los diarios más importantes de El Salvador y reconocido internacionalmente por el valor de sus investigaciones.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó en febrero de 2021 medidas cautelares de protección a favor de 34 integrantes del medio que, advirtió, "estarían siendo objeto de hostigamiento, amenazas, intimidaciones y estigmatización".