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El partido de Evo Morales expulsa al presidente Luis Arce y recrudece las tensiones políticas en Bolivia

El partido Movimiento al Socialismo ha nombrado a Morales como "candidato único" para las próximas elecciones en un congreso que la justicia intentó paralizar sin éxito.

Evo Morales durante un acto por el aniversario de la creación de Movimiento al Socialismo en La Paz, Bolivia, a 29 de marzo de 2021.
Evo Morales durante un acto por el aniversario de la creación de Movimiento al Socialismo en La Paz, Bolivia, a 29 de marzo de 2021. Radoslaw Czajkowski / dpa - Only For Use In Spain / Europa Press

El partido que gobierna en Bolivia, el Movimiento al Socialismo (MAS), formalizó este miércoles su  decisión, tomada en un congreso, de nombrar al expresidente Evo Morales como "candidato único" para los comicios de 2025 y dar por hecha la expulsión del hasta ahora mandatario Luis Arce. Tanto Arce como el vicepresidente David Choquehuanca no asistieron al encuentro, que la justicia intentó paralizar, aunque siguió adelante.

Morales clausuró el décimo congreso del MAS un día antes de lo previsto, según la cúpula del partido, debido a las altas temperaturas en la región y después de que las distintas comisiones aceleraran los debates. El cónclave, que llevaba teniendo lugar desde el martes en la localidad de Lauca Ñ, perteneciente al departamento de Cochabamba, nombró de forma preliminar al expresidente como el "candidato único" del partido y se aprobó que "no se haga ninguna alianza" en las elecciones de 2025.

Otro de los puntos a los que se llegó en la reunión de partidos indica que "las denuncias por transfuguismo y traición serán remitidas al tribunal de disciplina para considerar su expulsión del partido político", en una medida que apunta especialmente al presidente Arce y al vicepresidente Choquehuanca, quienes no solo no asistieron al encuentro sino que además le restaron validez con el argumento de que no cuenta con la participación de las organizaciones fundadoras del MAS.

"Todos están contra Evo"

Morales, después de tomar poder, ha denunciado que el Gobierno de Arce actúa "peor que un gobierno de facto" al intentar postergar la reunión hasta último momento. "Felizmente gracias a la unidad, gracias a las delegadas y delegados el congreso terminó legal y oficialmente", celebró el expresidente, quien agregó: "Cuando hay agresión permanente sólo se gana con el pueblo. Ahora nuevamente triunfamos legal y legítimamente con nuestro congreso".

Morales, que en las últimas semanas elevó el tono de sus críticas al Gobierno, ha comparado su situación actual con la que vivió en sus últimas horas el líder indígena Tupac Katari, atado por sus cuatro extremidades a cuatro caballos que lo desmembraron. Dijo que esos cuatro animales que quieren terminar con él son el Gobierno, la derecha, el imperio y los medios de comunicación. Para acabar, el exlíder invitó a quienes están "equivocados" a que vuelvan a las filas del partido.

Entre gritos de "¡Evo, Evo!" con los que los asistentes defendieron la candidatura de Morales a la presidencia, el exmandatario dijo que "el MAS va a recuperar nuestra revolución para salvar la patria nuevamente". La nueva directiva se reunirá para analizar las determinaciones que se adoptaron en los dos días del cónclave y el próximo lunes se entregará un informe a todas las bases del partido.

MAS modificó los estatutos para que Arce no cumpliese los requisitos para la presidencia

Durante la junta de este miércoles, el MAS modificó los estatutos para que solo puedan postularse militantes con diez años de antigüedad, requisito que Arce no cumple. El sector cercano al actual presidente decidió no asistir al congreso y convocó a una gran movilización y cabildo para el 17 de este mes en El Alto, ciudad situada en el departamento de La Paz, de donde "saldrán resoluciones importantes, en el marco del respeto y madurez política que siempre ha caracterizado a las organizaciones sociales", declaró el jefe de Estado.

Fallo contra el Congreso

Arce se había alejado días antes de la reunión del oficialismo alegando que las organizaciones sociales no estaban representadas. "No podemos asistir a una casa donde no van a estar los verdaderos dueños, las organizaciones sociales", señaló el mandatario y exministro de Morales, quien advirtió que el congreso era "un atropello a las organizaciones sociales que en realidad están siendo despojadas de su propio instrumento político".

La división entre "evistas" y "arcistas" se reflejó en un fallo de la Sala Constitucional del Tribunal de Justicia del departamento de Santa Cruz, que ordenó este miércoles paralizar el desarrollo del congreso. El recurso fue presentado hace una semana por Felipa Montenegro, una dirigente campesina de la Federación Bartolina Sisa que reclamó a la dirección del MAS por la exclusión de militantes del encuentro partidario.

A pesar de la decisión judicial el cónclave continuó bajo el argumento de que no fueron notificados y que, además, la etapa de convocatoria ya había pasado y el evento partidario estaba instalado. "Queda como ocurrente y por demás observable que una sala jurisdiccional se pronuncie ante un evento que ya está en su etapa de finalización, cuando por normativa esta debería hacerse 15 días antes de su realización, incurriendo así en un delito", dijo Carlos Romero, exministro de Morales, en una conferencia del equipo legal del partido.

Del amor, ¿al odio?

Arce fue el ministro de Economía de Morales en buena parte de su mandato y se le considera responsable del resurgimiento de Bolivia gracias a un osado plan económico y financiero. Después del golpe de Estado de noviembre de 2019 y frente a la perspectiva de nuevos comicios, con Morales fuera del país, el exmandatario lo señaló como candidato del MAS.

Pero la independencia creciente de Arce ya en el poder y las sucesivas declaraciones de su antecesor, con cuestionamientos sobre el funcionamiento del Ejecutivo y algunas designaciones de ministros, fueron debilitando el vínculo. El caso más emblemático fue el del ministro de Gobierno Eduardo Del Castillo, destituido por la Asamblea Legislativa con el voto aliado de opositores y el sector de Morales. En un gesto de fortaleza y de enfrentamiento abierto, Arce lo devolvió al cargo dos días después con un mecanismo particular: lo destituyó con un decreto y lo restituyó con otro.

A favor de Arce se posicionan las cinco organizaciones del Pacto de Unidad

A favor de Arce juegan hoy las cinco organizaciones que integran el llamado Pacto de Unidad en el que se basa el poder partidario: la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa, el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo, la Confederación Sindicalista de Comunidades Interculturales de Bolivia y la Confederación de Pueblos Indígenas. También se podrían agregar a la lista los delegados de la poderosa Confederación Obrera Boliviana, quienes no asistieron al congreso del MAS en Cochabamba.

Según el diputado arcista Israel Huaytari, la dirigencia de la asamblea del MAS abandonó a las organizaciones sociales que conforman el Pacto de Unidad y no las tuvo en cuenta para estar presentes en el encuentro. En ese marco de hostilidad interna, Morales acusó al gobierno de Arce de enviar policías infiltrados al congreso para provocar disturbios y activar granadas de gas.

La comisión de seguridad del congreso informó de que durante los controles se requisaron cuchillos, municiones y hasta torniquetes que iban a ser utilizados en bombas molotov. Unas 20 personas fueron expulsadas por ese motivo. También se encontraron credenciales falsas de seguridad, según el encargado del dispositivo del evento, Vicente Choque.

Sin el origen indígena ni el carisma de su mentor, Arce consiguió apuntalar su liderazgo entre las bases sociales y sindicales mostrándose siempre abierto al diálogo. Su desaprobación alcanza el 50%, según una encuesta de la empresa privada Diagnosis. Sin embargo, en círculos del oficialismo se da por descontado que Arce buscaría la reelección, frente a una oposición debilitada y el rechazo que despierta Morales en los sectores económicos concentrados.

En diálogo con el diario La Razón, el exvicepresidente Álvaro García Linera dijo que no asistió a la asamblea en Cochabamba porque rechaza la pelea entre sus compañeros. García Linera afirmó estar "triste, deprimido e indignado" por los conflictos internos y apuntó: "Me gustaría esa energía y esa habilidad discursiva para enfrentar a las oligarquías, pero no entre compañeros".

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