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Daniel Fez en el cartel promocional de 'La Vida Regulinchi'. Foto: Twitter / @DanielFez
Daniel Fez, el tiktoker que desmonta a los 'senseis' del amor. Foto: EuropaPress.

Daniel Fez: “Hay cientos de personas que se aprovechan de la gente por falta de comunicación afectiva”

Daniel Fez es un humorista que labró su fama en época de Vine y que ha acabado teniendo más de 2,7 millones de seguidores en sus redes sociales, lo que le ha valido para crear shows y podcasts.

Aurora Muñoz / Helena Celma

El humorista e influencer acumula más de 2,7 millones de seguidores en sus redes sociales, donde planta cara a los que viralizan tutoriales para ligar. Esos autodenominados ‘machos alfa’ han convertido este contenido en casi una ideología antifeminista y este asturiano ha encontrado la forma de desmontarlos con sentido del humor.

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Esta forma de contrarrestar a los machirulos de turno se ha convertido en una segunda vocación para este sociosanitario de formación que ha dado el salto de Vine a los podcasts y shows en directo con La vida regulinchi o Maemía, en el que actúa junto a Javi Sancho. Precisamente este viernes, el humorista estará en el Teatro Alcázar presentando su show de La vida regulinchi.

En esta entrevista analizamos cómo utiliza las miserias para “convertirlas en purpurina”. 

¿Cómo llevas la aventura de hacer humor con público y acompañado?

Ya había hecho humor con público en otro espectáculo, pero llevo desde enero girando con Maemía, El podcast regulinchi. Tampoco es mi primera vez con una pareja de show, pero la vez anterior no funcionó muy bien y acabé por hacerlo yo solo. Ahora estoy con Javi Sancho y es muy guay, porque desde el primer día tenemos una gran conexión, que se puede notar en vivo. Nunca había hecho este formato y me gusta bastante.

Este podcast tiene mucho de improvisación. ¿Alguna vez te has visto en algún apuro con la gente? 

Aunque sea difícil de creer, llegamos con muy poco preparado. Decimos “¿De qué hablamos hoy?”. A partir de ahí, escogemos el tema y el resto es todo a lo loco. No sabemos nada de lo que va a pasar. Esto de improvisar con el público es algo que estamos metiendo últimamente, para aprovechar su presencia y creo que está saliendo bien. Hasta ahora, lo único que nos ha pasado es que, en un capítulo del podcast, un francés se enfadó y se fue, pero lo tomamos bien, porque es humor blanco, no puede salir nada raro. Me dan la vida. 

En vuestra sección de consejos, hacéis una parodia de la autoayuda y el coaching. ¿El humor puede convertir las miserias en purpurina?

Lo que hago es darle la vuelta a todos los falsos ‘coaches’ que te vienen a decir cómo debería ser tu vida y cómo tienes que llevarla para ser genial, según sus criterios. No es que el humor lo resuelva todo, pero puede cambiar la perspectiva y nos ayuda a ver las cosas malas de otra manera. 

@danielfez

Pues gracias #humor #parati #tiktokyyo

♬ sonido original – Danielfez

¿Por qué crees que los ‘senseis del amor’ triunfan en las redes?

Es un fenómeno un poquito característico de las nuevas generaciones. Nosotros hablábamos con nuestros colegas o con nuestros padres, comentábamos con ellos los problemas y esas cosas. Hoy hay una generación que lo tiene todo en el móvil. “¿Cómo ligar?”, “¿Cómo conquistar a alguien?”… Lo buscas en el móvil y te salen cientos de personas que se aprovechan de la gente por la falta de comunicación afectiva. Podríamos meternos más en el tema y preguntarnos por qué no son capaces de hablar lo que les preocupa con los demás. A lo mejor tiene miedo a la burla o a sentirse menos y por eso no se permiten. 

Detrás de todo ese contenido hay un componente de masculinidad tóxica. Estos tutoriales se fundamentan en el convencimiento de sus creadores de que se puede conquistar a cualquier mujer con trucos baratos. ¿Por qué no hay más contra-tutoriales para derribar la ‘machoesfera’? 

Hay perfiles que se dedican a criticar y a contrarrestar a esta gente, que se preguntan cómo es posible que haya personas soltando estos discursos en los que se refieren a las mujeres como trofeos o retos. Es un mensaje muy tóxico y que los chavales aceptan porque no piensan realmente lo que significa. Quizá están desesperados por conseguir ligar y realmente no se dan cuenta que se están metiendo en un sitio bastante turbio. Es como una lluvia muy fina que va calando y deshumaniza esa situación, que debería ser tan sencilla como que dos personas se gusten.

Siempre has defendido que tu pretensión no es reírte de los responsables de ese contenido. A cambio, adoptas una pose de ‘loser’ y lo conviertes en algo divertido. ¿Alguien se ha molestado al sentirse retratado?

No. Bueno… Una vez me escribió la madre de una chica que salió en First Dates Cruceros para decirme que no le gustaba mi reacción al programa. Yo no dije nada de su hija, quizá me reía de algunos comentarios que hacía, pero es lo único destacable en este sentido. Lo que sí me ha pasado más veces es que otros se han puesto en contacto conmigo y me han dicho que se ha reído. Ese es el objetivo. 

Ya son muchos años con esa meta. ¿Cómo te ha cambiado la vida desde que arrancaste en Vine?

Es verdad que hay veces que la gente me reconoce, pero salvo por eso, todo sigue igual. Yo sigo comprando el pan en el mismo sitio y haciendo mi vida normal. 

Esos comienzos están ligados a un bache anímico que el médico te sugirió combatir con el clásico: “¿Estás triste? No estés triste” y una receta de antidepresivos. Como sociosanitario, ¿qué consejo le darías a alguien que se encuentra en esa situación?

Le diría que pida ayuda desde el principio. El error que cometí yo fue pensar que, igual que estaba mal, podría ponerme bien. Pensaba que podía controlar mi cuerpo y mi mente, pero llega un momento en el que dejas de tener dominio sobre tus pensamientos y tus obsesiones. 

El problema de la salud mental en España es que cuesta mucho dinero tratarse. Ir de vez en cuando al psicólogo y sacar todo lo que tienes dentro es muy sano, pero también es caro. La Seguridad Social te deriva primero al médico de atención primaria y éste hace lo que puede con los recursos que tiene, pero al final lo intentan tapar con pastillas y medicación. Hacen falta herramientas para poder gestionarte y con eso puede ayudarte mejor un psicólogo. 

Tu profesión te hizo vivir la parte más cruda de la sanidad durante la pandemia. ¿Qué recuerdas de aquellos días?

Estábamos intentando capitanear el barco y no nos daban respuestas ni soluciones. A mí se me estaba muriendo la gente en sus casas y yo estaba pidiendo ayuda, llamaba a la Consejería de Bienestar Social y me derivaban a Salud y desde ahí me trasladaban a otros lugares. Todo el mundo se pasaba la patata y la gente seguía muriendo igualmente. 

Todo empeoró por la falta de personal y ese es un problema que no se ha resuelto. Este verano llamé a la consulta y mi médico estaba de vacaciones, pero no podían ponerme otro porque estaban saturados y no quedaban citas. Te dan la posibilidad de atenderte por teléfono, pero necesitas que te hagan un reconocimiento presencial. 

El hecho de tener a un trabajador de vacaciones y no suplirlo sería impensable en una empresa privada porque te cae un paquete si no cumples con los ratios. No deberíamos denigrar ni degradar los servicios públicos bajo la excusa de que no hay dinero. 

En ese contexto, ¿te has planteado abandonar esa primera vocación?

Si has trabajado en eso y te gusta, lo llevas siempre dentro. Yo estoy siempre conectado y sigo colaborando. Vivir del humor es un sueño que siempre he tenido. Me gusta sentir que la gente se lo está pasando bien y que puede desconectar de sus cosas. Es algo impagable.