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Banca Santander y Popular rebajan más de 200 despidos en sus ERE

Los bancos promueven 1.384 las bajas de las dos plantillas, con unas condiciones económicas que los sindicatos ven escasas, y 575 traslados de empleados a filiales segregadas.

Las direcciones de Santander y Popular impulsan un ERE de 1.384 bajas en dos plantillas que han sufrido casi 4.000 en apenas un año.

Las direcciones de los bancos Santander y Popular han accedido a dos de las reclamaciones de los sindicatos en la negociación del ERE de las dos plantillas de sus servicios centrales, reducir la cifra de despidos y adelantar de 58 a 55 años la edad para las prejubilaciones, pero lo han hecho con unas condiciones de salida que han provocado el rechazo de los representantes de la plantilla.

Las 1.585 bajas inicialmente planteadas para las dos empresas, sin cuantificar en qué medida afectan a cada una de ellas, han quedado reducidas a 1.384, lo que supone rebajar un 12,4% la propuesta inicial y aliviar la presión sobre dos plantillas que en apenas un año han perdido a casi 4.000 de sus 37.500 miembros: 2.562 bajas en el caso de Popular y 1.380 en el de Santander.

Las direcciones mantienen en 575 los traslados de empleados de Popular a las empresas de servicios segregadas del Grupo Santander, medida que afectará principalmente a los servicios centrales de Banco Pastor en A Coruña, que serían desmantelados, y a los departamentos de Prevención de Riesgos Laborales, Auditoría y Recuperaciones, que es el que se encarga de la gestión de los impagos.

Y, por otro lado, los responsables de las entidades financieras han accedido a ampliar hasta los empleados de 55 años la posibilidad de acogerse al plan de prejubilaciones, una medida que también reclamaban los sindicatos y que, visto el desarrollo de los ERE anteriores, que incluyeron la salida de 1.500 mayores de esa edad en el caso de Popular, podría facilitar la existencia de unos voluntarios que, comenzando en 58, ya son escasos de salida.

35 días, 28 meses

Otra cosa es que las condiciones de salida que ofrecen las empresas resulten asumibles para los trabajadores. UGT, que hace unos meses calificó de “insultante” el ajuste de empleo, mostró este mismo jueves su rechazo por considerar exiguas las ofertas económicas.

En el caso de los despidos, Santander y Popular ofrecen una indemnización de 35 días de salario bruto por año trabajado con un límite de 28 mensualidades (equivale a un máximo de 24 años en la plantilla) más una prima de salida que crece en función de la antigüedad.

Y, en cuanto a las prejubilaciones, en las que el porcentaje inicial iba a ser el 80% del salario bruto anual, los bancos ofrecen tres tramos: un 65% para los empleados de entre 55 y 58 años, un 70% para los de 58 a 62 y un 75% para los que superen esa edad, en todos los casos agotando los dos años de desempleo y cubriendo las empresas el convenio especial con la Seguridad Social que asegura la pensión equivalente a haber trabajado con el salario íntegro hasta la fecha de jubilación.

Un año de ejecución

El Grupo Santander prevé aplicar el ERE a lo largo de 2018, con prioridad para las prejubilaciones y las bajas voluntarias, ante las que se reserva capacidad de veto, antes de ejecutar, en el tramo final del año, los despidos forzosos, con criterios como el solapamiento de funciones con otras unidades.

El periodo de consultas de los ERE, que se negocian formalmente en dos mesas separadas pese a tratarse de un mismo grupo empresarial e incluir un volumen da bajas compartidas, se extiende hasta el 16 de diciembre.

En ese periodo deberán cerrarse también otros temas como la aplicación de medidas de movilidad geográfica y funcional en las plantillas

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